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El Gobierno de Javier Milei propone que los delitos de corrupción no prescriban

La medida no tendrá efectos retroactivos. La elaboración de un nuevo Código Penal incluye también un aumento significativo de penas, su cumplimiento íntegro y la incorporación de nuevos delitos

El presidente de Argentina, Javier Milei, durante el Amerca Business Forum

El presidente de Argentina, Javier Milei, durante una intervención reciente en el Amerca Business ForumGetty Images via AFP

Nuevos tiempos, nuevo Código Penal. El Gobierno de Javier Milei apura los últimos detalles del proyecto que pretende dar la vuelta como un calcetín a las condenas por delitos graves. Se multiplican los años de prisión para la mayoría de los crímenes, se incorporan nuevas figuras penales y se pretende declarar la «imprescriptibilidad» de, entre otros, los casos de corrupción.

La nueva Argentina que quiere construir la Casa Rosada empieza a tener ciertas similitudes con El Salvador de Nayib Bukele. La tolerancia cero y el agravamiento de las penas para delitos aberrantes, así como para los comunes, marcan el rumbo del nuevo texto que hizo su presentación informal el 20 de octubre en la prisión de Ezeiza. Los maestros de ceremonia fueron el presidente y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La audiencia, además de lso reclusos en sus celdas, un centenar de jueces y fiscales.

La batería de cambios en este futuro Código incluye un aumento considerable de penas para las «falsas denuncias», en especial aquellas vinculadas a cuestiones de género que desembocan con la privación de visitas a los cabezas de familia. Es decir, las denuncias de malos tratos o violencia vicaria que tienen de inmediato y como medida de protección el apartamiento del padre del hogar familiar, si se demuestra que son falsas, a la mujer le caerá todo el peso, duplicado, de la ley.

Para los homicidios simples, de acuerdo al resumen del proyecto que publica el diario La Nación, la condena pasará de 8 a 25 años y para los agravados hasta a 30. Se contempla como agravante si estos crímenes se han cometido contra miembros de la Administración como el presidente y sus ministros. También si las víctimas son policías, maestros, niños, mayores de 65 años, y si el delito se comete en escuelas, colegios y en campos de fútbol. En esos casos se aplicará cadena perpetua.

La infancia tiene sus capítulos aparte con artículos agravados para el consumo y creación de pornografía infantil. Para el primero se aplicarán hasta nueve años y para el que genere o posea esos contenidos para su distribución, 12 años.

Nuevos delitos

Varios delitos nuevos se incorporarán al Código Penal si, como esta previsto, este sale adelante tal y como se ha elaborado: la estafa piramidal, el Stealthing, la retirada subrepticiamente del preservativo en una relación sexual para provocar enfermedades de transmisión sexual o embarazos y la «pornovenganza».

Entre los delitos clásicos se establece un aumenta sensible de las penas y «se reforma la figura del robo». Se añade la modalidad del «motochorro» (ladrón en moto) y de las «viudas negras» (mujeres que seducen y narcotizan a sus víctimas para robarlas) a los que se les aplicarán penas no excarcelables, recuerda Hernán Capiello en La Nación. Estas pueden ser de hasta 10 años si se cometen con violencia.

Corrupción, terrorismo y delitos sexuales no prescriben

En el nuevo Código Penal también se consideran imprescriptibles los homicidios agravados, los delitos sexuales, el narcotráfico, la corrupción de menores, la trata de personas y el terrorismo. A estos hay que sumar la corrupción, un delito hecho a medida para los políticos y que bien se podría incorporar en España.

Hasta ahora los delitos de lesa humanidad o los crímenes de guerra eran algunos de los que no tenían vencimiento ni impunidad con el tiempo. Argentina lleva una década rumiando cómo meterle el diente y aplicar el mismo rasero a la corrupción.

En 2016 la Cámara Federal de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) dictó una sentencia donde ya declaró que los delitos por corrupción eran imprescriptibles y por lo tanto, el paso del tiempo no podía impedir que se juzgara a aquellos que lo cometieran. La Corte Suprema anuló la decisión, pero no le quitó la razón en el fondo. La desautorización se produjo por defectos de forma.

Capiello destaca en La Nación que hay una total determinación del Ejecutivo para imponer que los delitos de corrupción sean imprescriptibles.

La decisión podría hacer temblar a los hermanos Karina y Javier Milei, con causas abiertas respectivamente por, presuntamente, «meter la mano en la lata» de la Agencia Nacional de Discapacidad(ANDIS) y promocionar la pseudo estafa de la criptomoneda $LIBRA.

La medida también podría sacudir con fuerza a los gobiernos provinciales, feudos inexpugnables con leyes propias que en ocasiones chocan de frente con la Constitución nacional. pero nada esto pasará porque se ha descartado que ese artículo tenga carácter retroactivo.

Borrón y cuenta nueva

La idea es hacer una especia de, borrón y cuenta nueva o una versión mano pulite a la argentina y que la medida entre en vigor a partir hacia adelante, a partir de la misma fecha que se apruebe el Código Penal. Es decir, no se trata de revanchismo ni de mirar por el retrovisor donde la caravana de causas corruptas del kirchnerismo compite por salir en el Guinnes. El objetivo, en realidad, es poner límites a los abusos y de paso, subir el primer peldaño de una escalera que obligue a cambiar una mentalidad o cultura de décadas de latrocinio oficial.

El nuevo Código Penal además aumenta las penas para el enriquecimiento ilícito por corrupción de seis a 15 años y a 10 por «coimas» (sobornos).

Hernan Capiello recuerda en La Nación que en los 105 años de vigencia del actual Código Penal hubo, 15 gobiernos constitucionales y seis dictaduras, se crearon 18 comisiones de reforma y se aprobaron más de mil leyes que convirtieron el actual texto en un Código Penal lleno de parches.

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