El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, durante una ceremonia militar en Fuerte Tiuna, Caracas
Venezuela Así se protege Maduro ante un posible ataque de Estados Unidos: cambio de cama y más agentes cubanos
El dictador venezolano, Nicolás Maduro, siente cada vez más cerca el aliento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre su nuca. El ultimátum de Trump de garantizar una salida segura a Maduro a un tercer país caducó el pasado viernes, 28 de noviembre, y, ahora, el mandatario chavista se arriesga a una intervención militar, ataques aéreos contra territorio venezolano o una operación encubierta de la CIA que conlleve su extracción y consiguiente extradición a Estados Unidos. Consciente de que las amenazas del republicano pueden traducirse en cualquier momento en una realidad, Maduro ha redoblado su seguridad y ha tomado medidas adicionales para evitar ser localizado.
Así, según ha publicado The New York Times citando a altos funcionarios del régimen chavista, el presidente ilegítimo de Venezuela suele cambiar con frecuencia el lugar donde duerme –cada noche en una cama diferente–, así como de teléfono móvil. Unas precauciones que ya tomó en su momento su predecesor, Hugo Chávez, así como el dictador cubano, Fidel Castro. «Existe un ambiente de tensión y preocupación que se apodera del círculo íntimo del presidente», describen las fuentes venezolanas al periódico estadounidense. Esta sensación se ha asentado en el núcleo del régimen chavista, sobre todo, a raíz del masivo despliegue naval ordenado por Trump el pasado mes de septiembre en el mar Caribe, frente a las costas venezolanas.
Las continuas advertencias del presidente de Estados Unidos –que esta semana ha insistido en que los ataques en tierra contra Venezuela empezarán «muy pronto»– han provocado que Maduro entre en un estado de paranoia y tensión máximos. «En tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman. Lo sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven. Sabemos dónde viven los malos. Y vamos a empezar con eso también muy pronto», aseveró Trump este martes durante una reunión de su gabinete. Por ello, y ante el temor de que sea traicionado por sus propios hombres, el líder chavista ha optado por apoyarse aún más en Cuba. Maduro ha ampliado el papel de los guardaespaldas cubanos dentro de su guardia pretoriana y ha incorporado a más oficiales de contrainteligencia cubanos entre las filas de las Fuerzas Armadas venezolanas.
A pesar de que Maduro ya solo se fía de unos pocos, el dictador ha tratado de transmitir en los últimos meses una imagen de total normalidad. A medida que las tensiones con Washington aumentan, el líder chavista se ha preocupado de dirigirse a los venezolanos casi a diario, lanzando diatribas o, por el contrario, bailando al ritmo de una canción de techno en la que pedía «peace» –paz– con Estados Unidos. Sin embargo, algo ha cambiado a la hora de aparecer en estos actos multitudinarios, y es que Maduro ha reducido su participación en eventos previamente programados, así como en retransmisiones en directo, sustituyéndolo por apariciones públicas espontáneas y mensajes pregrabados.
De hecho, el pasado 23 de noviembre, Maduro canceló el concierto en el estadio Monumental de Caracas para celebrar su 63 cumpleaños tras una amenaza nada velada del exsubsecretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Marshall S. Billingslea, que publicó en su cuenta de X, antes Twitter, una imagen del estadio de la capital. Finalmente, el dictador chavista sucumbió al temor de que Washington pudiera aprovechar una fecha tan marcada como su cumpleaños para lanzar algún tipo de operación y optó por celebrarlo en la intimidad. Este miércoles, Maduro rompió su silencio y confirmó que mantuvo una conversación telefónica con Trump, ofreciendo su particular versión del contenido de la llamada.
El venezolano declaró, en un programa emitido en la cadena de televisión estatal VTV, que la llamada fue en «un tono de respeto, inclusive puedo decir que fue cordial». «Si esa llamada significa que se están dando pasos hacia un diálogo respetuoso de Estado a Estado, de país a país, bienvenido el diálogo, bienvenida la diplomacia, porque siempre buscaremos la paz», agregó Maduro. Pero, desde Washington, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, al que se considera el halcón en la política de presión contra Caracas, recordó que el dictador «ha roto todos los tratos que ha hecho» y por ello su país considera agotada la vía diplomática. En este sentido, Rubio anunció que la Administración Trump «evaluará nuevas medidas» en los próximos días.