Por tradición. Y es una tradición de la
Lotería de Navidad que viene de muy lejos, concretamente del año
1771, hace 251 años, cuando un niño del
colegio de San Ildefonso,
Diego López, se convirtió en el
primer niño que cantara la lotería en los tiempos del Rey
Carlos III. Años más tarde, en
1812 el sorteo se convirtió en una convocatoria oficial y desde entonces hasta hoy han sido las voces de los niños quienes han repartido la suerte.
No se sabe a ciencia cierta por qué fueron elegidos estos niños pero una de las teorías que circulan es que esta acción era una vía del colegio, que por aquella época funcionaba como orfanato, para conseguir dinero para los gastos de los huérfanos.
A lo largo de todo este tiempo el colegio ha acogido cambios importantes. A finales de los años 90 la institución pasó a dividirse en dos: por un lado, un colegio público de la Comunidad de Madrid, y por otro, una residencia-orfanato para niños sin recursos.
¿Cómo se escogen a los niños cada año?
Hasta 1981 el colegio fue exclusivamente dirigido a varones y no fue hasta 1984 cuando oímos cantar a una niña los números de la Lotería de Navidad. Actualmente suelen participar alrededor de 32 niños que forman parte del colegio de forma voluntaria.
Se trata de unos pequeños, mayores de 8 años, a los que se les selecciona en base a una serie de requisitos: poseer un buen timbre de voz, fluidez verbal y claridad de pronunciación. Los ensayos con los números comienzan en octubre, dos meses antes del día del sorteo del 22 de diciembre que niños y mayores esperamos con gran ilusión.