Una lotera vende décimos de Lotería para el sorteo navideño de El Gordo en la Puerta del Sol de Madrid
Los décimos más curiosos de la Lotería de Navidad por sus imágenes religiosas y artísticas
La edición de este año 2025 destaca, sin duda, como una de las más curiosas de la historia reciente debido a la historia de superación que esconde su autor
Más allá de la obsesión por las cinco cifras que pueden cambiarnos la vida, el décimo de la Lotería de Navidad es, en sí mismo, una pequeña joya cultural de bolsillo. Desde que en 1960 Loterías y Apuestas del Estado decidiera ilustrar los billetes con escenas religiosas, el lado izquierdo del décimo se ha convertido en una galería de arte ambulante que esconde historias fascinantes, curiosidades históricas y detalles que a menudo pasan desapercibidos para el jugador común.
La edición de este año 2025 destaca, sin duda, como una de las más curiosas de la historia reciente debido a la historia de superación que esconde su autor. La imagen elegida, La Natividad de la Virgen, pertenece a Juan García de Miranda, un pintor barroco nacido en el siglo XVII que tiene una particularidad asombrosa: nació sin mano derecha.
Este artista, que llegó a ser Pintor de Cámara de Felipe V, realizaba sus obras sujetando la paleta con el muñón y pintando con la izquierda. Así, el décimo de 2025 no es solo una representación religiosa de la fe, sino un símbolo de resiliencia humana que conecta maravillosamente con la esperanza que define al sorteo.
Si miramos atrás, la evolución de estas «capillas» —como se conoce a la zona ilustrada del boleto— nos deja otras rarezas dignas de colección.
Un documento histórico
Resulta especialmente curioso comparar el décimo de 1960 con los actuales; aquella primera ilustración de La Adoración de los Pastores de Murillo se imprimió en un sobrio blanco y negro, muy lejos del colorido vibrante y los sistemas de seguridad invisibles que protegen las obras maestras impresas hoy en día.
También destacan años como el 2016, donde en lugar de firmar un gran maestro del Prado, la imagen fue un detalle de un retablo de autor desconocido de la Catedral de León, dando protagonismo al arte anónimo que decora los templos españoles.
Estas imágenes convierten cada boleto en un documento histórico. Ya sea por la peculiaridad física del autor del décimo de 2025 o por la transición tecnológica desde aquel primer Murillo monocromático, la Lotería de Navidad logra cada año que millones de personas lleven en su cartera, a menudo sin saberlo, una obra maestra que fusiona la fe religiosa con la cultura nacional.