El límite de velocidad se había reducido a 30 km/h recientemente

El límite de velocidad se había reducido a 30 km/h en la vía recientemente

Motor y seguridad vial

Así es el antirradar manual que utilizaba en su scooter este joven detenido por la Policía

Fue fotografiado decenas de veces por el mismo radar de velocidad

La Policía Municipal de Pamplona se la ‘tenía guardada’ a este joven navarro. El temerario conductor había tomado por costumbre tapar la matrícula de su vehículo tipo scooter con una mano mientras pasaba por un radar fijo ubicado en la vía que une las localidades de Pamplona y Burlada, en concreto en la Cuesta de Beloso.
En ese lugar está ubicado un conocido radar de caja con capacidad para medir y multar hasta en seis carriles y en ambos sentidos. De hecho, se dispara una media de 1.800 veces al mes, y multa a partir de 30 kilómetros/hora. Hasta hace poco estaba preparado para saltar a 50 km/h. Está considerado como uno de los tres que mas multas pone en Pamplona.

Seguimiento de la Policía

Tal y como explica la propia Policía Municipal de la localidad en sus redes sociales con el popular refrán del cántaro y la fuente, finalmente le han pillado.
No sabemos si se le rompería el cántaro o no, pero lo que sí que sabemos a ciencia cierta es que la Policía acabó deteniendo al infractor tras decenas de fotos inservibles lanzadas por el cinemómetro.
El caso tampoco requería de un capítulo de CSI Miami, bastaba con establecer un dispositivo de vigilancia en las horas en las que frecuentaba la zona el joven. Tal y como hicieron. El scooter rojo resulta inconfundible, así como el atuendo del conductor.
De hecho todo apunta a que se desplazaba por una actividad laboral. Por el color y la forma de la placa de matrícula que deja ver a través de su mano, se trata de un scooter de 50 centímetros cúbicos y con muchos años a sus espaldas. Parece más que probable, aunque no es seguro, que sea una Aprilia con más de 20 años a sus espaldas.

Mucho más que una multa

El protagonista de esta historia se enfrenta a un costoso proceso judicial. Por un lado deberá hacer frente a las multas en las que aparezca tapando la placa con su mano izquierda. En una maniobra tan arriesgada como poco eficaz.
Por el otro, hará frente también a un delito que puede ir desde los 200 euros por una infracción grave al no asegurarse de la correcta legibilidad de la matrícula, tal y como reza el Art. 10 de la Ley de Tráfico. Hasta una infracción muy grave por manipular la placa de matrícula para hacer imposible su lectura o para que se confunda con otra.
En este último caso la infracción está castigada con seis puntos y 6.000 euros de multa, tal y como establece el Artículo 13 de la misma Ley y que lo equipara con llevar un dispositivo antirradar.
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