Cuánto se devalúa tu coche nada más salir del concesionario

Comprar un coche nunca es una buena inversión. Al contrario de lo que ocurre con una vivienda, el precio de un vehículo nunca podrá subir (a no ser que se convierta en un objeto de coleccionista), más bien lo contrario: comenzará a devaluarse desde el momento en el que encendamos el motor u crucemos la puerta del concesionario con él.

En el momento en el que un coche se vende pierde su categoría de 'nuevo' y por ello el valor nunca volverá a ser el del catálogo. Se calcula que, como mínimo, nada más poner el vehículo a nuestro nombre, vale un 10 % menos. Durante el primer año pierde, como mínimo, el 20 % de su valor inicial. Pero todo depende de varios factores.

Popularidad

Por supuesto, hay marcas de vehículos más populares o con más renombre que otras y esto va a influir en el precio de venta del vehículo una vez adquirido. La subjetividad y las modas siempre juegan un papel fundamental. Eso sí. Los favoritismos por ciertos coches son volátiles, pasajeros, por lo que algo que gusta mucho este año puede que deje de estar a la última a penas unos años después y acelere su depreciación.

Estado del vehículo

Por supuesto, cómo cuidemos nuestro coche influirá indudablemente en el precio que este tenga unos años después de adquirirlo. Los golpes, los defectos en la pintura o las partes rotas o desgastadas devaluarán más el vehículo.

Del mismo modo, como señalan desde motor.es, es importante tener en cuenta que si un vehículo ha sumado la mayor parte de sus kilómetros en ciudad podría valer menos que si los hubiera hecho en carretera, ya que la degradación del motor y los elementos de suspensión suele ser mayor, especialmente en coches turbo diésel.

Kilómetros

Por norma general, una vez superados los 15.000 kilómetros, la depreciación de un vehículo aumenta por encima de lo normal. Un coche con aspecto similar a otro pero con más kilómetros valdrá menos.