
Tanto el aire acondicionado como la climatización provocan un elevado consumo eléctrico
Práctico
¿Es bueno tener el aire acondicionado encendido si el coche no está arrancado?
Se trata de una maniobra muy habitual en épocas estivales para combatir las altas temperaturas
Sin entrar en discusiones apocalípticas es cierto que este verano está siendo especialmente caluroso en toda la península. Dentro de un coche parado y aparcado en la calle al sol se pueden alcanzar temperaturas superiores a los 60 grados, lo que es incompatible con la vida y pueden provocar que fallezca una persona.
En ocasiones cuando permanecemos dentro de un automóvil bien por un atasco o bien porque hemos realizado una parada por algún motivo, lo normal es dejar el aire acondicionado o el climatizador en funcionamiento, pues lo contrario hace que el coche se convierta en un infierno a los pocos minutos.
Precaución avería
Así, es habitual que el propio sistema star&stop de los coches, que para el motor en los semáforos, o nosotros mismos voluntariamente apaguemos el motor del vehículo para ahorrar combustible, de hecho la legislación municipal de algunas ciudades como Madrid explica que si estamos parados está prohibido tener el motor encendido más de un minuto.

No es conveniente forzar el sistema eléctrico de un coche apagando el motor
No lo hagas nunca
En cambio, si lo hacemos voluntariamente lo que conseguimos es que uno de los órganos eléctricos que más consumen en un automóvil, que es la climatización o aire acondicionado, funcione únicamente gracias a la carga residual en la batería del coche.
El alternador es la pieza del coche que tiene como cometido alimentar la batería, pero no funciona cuando el motor está parado, lo que significa que la batería no se está recargando.

La carga de la batería sufre constantemente si el motor está apagado
Esta situación puede provocar que en sólo unos minutos nos quedemos sin batería y tengamos una avería de consideración que en el mejor de los casos nos va a obligar a cambiar la batería, lo que puede costarnos entre 200 o 300 euros.
Por ello nunca es aconsejable quedarnos en el coche con el motor apagado y el contacto puesto y con sistemas eléctricos como la climatización o las luces en funcionamiento.