El motivo por el que las grúas municipales no se llevan los coches eléctricos aunque cometan infracciones
Este tipo de vehículos, que actualmente aparcan gratis en las ciudades, también cometen infracciones, aunque no tienen las mismas consecuencias que los coches de combustión
Actualizada 04:30
La adaptación de los coches eléctricos al tráfico cotidiano está siendo más complicada de lo inicialmente previsto. Obstáculos como el precio, la escasez de puntos de carga o la autonomía limitada son problemas recurrentes que provocan que en países como España el porcentaje de ventas de coches eléctricos apenas supere el 5 %.
Se trata de unos datos insuficientes para un mercado que actualmente debería estar en torno al 20 %. El inconveniente es que, lejos de mejorar, la situación se ha estancado desde hace unos meses. En paralelo, el coche eléctrico se ha convertido en protagonista de mentiras y medias verdades que tampoco contribuyen a mejorar sus ventas.
Mentiras y engaños
Entre los principales mitos que rodean al coche eléctrico está el de que arden con facilidad. No solo no arden con facilidad, sino que la proporción de coches eléctricos que se queman es ocho veces inferior a los de combustible.
Otra cosa es que los coches eléctricos arden en parado en una plaza de garaje, con el riesgo que ello supone, y que son casi imposibles de apagar.
Algunas verdades
Otras leyendas que rodean al coche eléctrico son absolutamente ciertas, como que no es habitual usar la climatización porque reduce mucho la autonomía de la batería o que son mucho más pesados que los coches convencionales.
El peso se está convirtiendo en un problema de peso, nunca mejor dicho, para unos coches que rondan y superan con relativa facilidad los 2.000 kilogramos.
Se trata de un obstáculo insalvable en determinados casos. Por ejemplo, recientemente la acumulación de coches eléctricos colapsó la segunda planta de un aparcamiento en Nueva York (Estados Unidos) por el exceso de peso.
Un problema real
En España el problema es mucho más sencillo, muchas de las grúas de tráfico habituales no pueden cargar con tanto peso, pues están limitadas a transportar vehículos de 1.800 kilos.
Esto ha provocado que los ayuntamientos que no tienen grúas grandes de plataforma no puedan retirar a los coches eléctricos que estacionan mal.
Límite peso grúas
Percha o tope: 1.800 kilos
Tenedor u horquilla: 1.800 kilos
Plataforma: 2.500 kilos
Hay que tener en cuenta que un Mercedes EQV ronda los 3.000 kilos, un EQC los 2.620 kilos, mientras que un Audi etron 55 supera los 2.750 y un simple Model 3, el eléctrico más vendido, los 1.800 kilos.