La imagen de Casillas al volante con una escayola fue muy polémica en su momento
Seguridad vial
La DGT aclara si se puede conducir con una escayola en cualquier parte del cuerpo
Se trata de una de las dudas más habituales que pueden tener muchos conductores y ante la que la respuesta de la DGT es muy clara
Hace más de una década que el portero del Real Madrid y de la Selección Española, Íker Casillas, era sorprendido al volante de su coche con su brazo izquierdo escayolado. En aquel momento la polémica hizo que algunos medios de comunicación solicitaran a la DGT que le sancionara de oficio, a lo que se negó el organismo por falta de pruebas.
A día de hoy la duda de los conductores sigue presente, pues muy pocos tienen claro si se puede conducir con una escayola puesta o si depende de la extremidad que esté escayolada, incluidos los collarines para el cuello.
No es no...
Ya entonces la respuesta de la DGT fue tajante, no se puede, aunque el Reglamento General de Conductores no lo recoge en ningún artículo. La realidad es que la normativa prefiere incluir prohibiciones generales y no entrar en detalles tan específicos.
Ni siquiera se puede conducir con un simple vendaje
En este caso conviene recurrir al artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación, que recoge una prohibición genérica que afectaría a los que puedan plantearse ponerse al volante con una escayola.
El conductor de un vehículo está obligado a mantener su libertad de movimientos, el campo de visión y la atención a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios (Artículo 18.1)
Tal y como recoge con claridad este artículo el conductor está obligado a ponerse al volante asegurando la libertad de movimientos y el campo necesario de visión, algo que no podría cumplir tanto con una escayola en un brazo como en una pierna o un simple collarín.
Ni siquiera está permitido conducir coches automáticos
A partir de aquí queda en manos del agente sancionarlo por una infracción leve que supone una multa de 100 euros, una grave que se sanciona con 200 o una muy grave, en cuyo caso puede suponer la retirada de 6 puntos y una multa de 600 euros, si se valora que puede haber conducción temeraria.
En caso de que el médico emita un certificado de que el paciente puede conducir es posible que el agente no pueda sancionarle, pero es complicado que ningún médico emita un certificado así a un paciente escayolado.
