El Honda Civic es uno de los coches más vendidos de la historia del automóvil, un vehículo que se ha comercializado en prácticamente todo el mundo con unos resultados comerciales excepcionales.
La fiebre SUV que se ha instalado en los compradores desde hace más de una década ha provocado que sus cifras de ventas hayan descendido, en paralelo a lo que ha ocurrido con el resto de modelos compactos del mercado.
Ahora Honda ha decidido poner en el mercado un SUV que toma parte de la base del Civic como plataforma, se trata de l ZR-V, un modelo que se posiciona a caballo entre el HR-C y el CR-V. Con una longitud de 4,57 metros este modelo entra de lleno en el segmento de los SUV compactos, donde se encuentra los Peugeot 3008, Hyundai Tucson, Kia Sportage o Renault Arkana.
Con una altura de 1,62 metros se trata de un SUV muy proporcionado y con una estética muy en la onda de los últimos lanzamiento de la marca, con líneas muy fluidas y atractivas que no enamoran pero tampoco provocan rechazo.
En el interior tanto la estética como la configuración de mandos parece sacada del Civic, con una pantalla multimedia de 9 pulgadas mucho más discretas que las grandes pantallas multimedia que se usan en la actualidad y un cuadro de relojes analógico que opcionalmente puede ser digital con una segunda pantalla de 10,2 pulgadas.
En materia de habitabilidad el ZR-V se encuentra en la media del sector, con un espacio disponible correcto tanto delante como detrás, un coche en el que cuatro adultos viajarán con total comodidad, pero no cinco. El maletero, con una capacidad entre 380 y 390 litros es lo único que es inferior a la media del segmento.
Detectamos una mejora importante en la calidad percibida, con unos acabados y ajustes interiores muy cuidados y unas molduras que llevan un nuevo tratamiento con cristal que da un aspecto de mucha calidad, todo ello con una apariencia moderna y tecnológica, tal y como es habitual en la firma nipona.
Bajo el capó encontramos el mismo esquema mecánico del Civic, con un motor gasolina de 2.0 litros que alimentan la batería que da vida a dos motores eléctricos que entregan 180 caballos cuando empujan solidariamente, todo ello combinado con un cambio CVT de tipo variador continuo.
Al igual que en el Civic el resultado es más que solvente, con unas respuestas contundentes pero muy suaves y progresivas en aceleración. Un comportamiento muy cómodo que forma parte del ADN de la marca y en el que contamos además con tres modos de conducción, Sport, Comfort y Eco que no afectan a la suspensión.
En general se trata de un coche cómodo y eficiente, con un consumo medio homologado de 5,8 litros a los 100 kilómetros, sencillamente excepcional. El precio de venta aún no está definido, pero si tenemos en cuenta su posicionamiento debería costar entre 30.000 y 40.000 euros.
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