Discreto renovador de la literatura

La noche en casa, novela de José María Guelbenzu publicada en 1977, versa sobre una historia de amor cruzada con una delicada misión clandestina en los inciertos años del tardofranquismo. ¿Una novela más sobre aquella época? No del todo, pues el autor da un toque algo metafísico a los diálogos de los protagonistas que contribuye a trascender el carácter inicialmente realista de la obra; y, por lo tanto, a dejar en el lector una notable cantidad de preguntas que le incumbirá responder. En La Mirada, de 2010, Guelbenzu explora los peores reflejos del ser humano a través de un crimen pasional no premeditado. Más clásicas, pero sin perder un ápice de calidad, son la decena de novelas negras publicadas a partir de 2001 con la jueza Mariana de Marco como protagonista.

No se trata en estas líneas de repasar de modo exhaustivo toda la producción literaria de Guelbenzu, pero sí de recordar que dominaba todos los registros literarios, incluido el poético, aunque le dedicara menos tiempo. También la crítica: hasta poco antes de morir, cuando la enfermedad que padecía ya era incurable, publicó en El País —periódico en el que empezó a colaborar al día siguiente de su fundación— o en su suplemento literario Babelia textos de crítica que interpelaban a los expertos y, al mismo tiempo, podían despertar el interés del lector normal y corriente.

Nada extraño para quien tuvo una vocación literaria precoz hasta el punto de abandonar sus estudios de Derecho que había empezado a cursar en la Universidad Complutense de Madrid. A partir de 1964, pues, derivó su existencia hacia la escritura, primero en prensa (Signos, Cuadernos para el Diálogo, entre otros) y más adelante en editoriales: en 1977 fue designado sucesor de Jesús Aguirre —más propenso a la notoriedad y a la polémica— al frente de Taurus cuando este último asumió el cargo de director general de Música. Más adelante también dirigió Alfaguara. Se puede decir que la influencia de Guelbenzu en el panorama literario español contemporáneo ha sido discreta, pero considerable.