El expresidente de Asturias Antonio Trevín
Antonio Trevín (1956-2025)
De los primeros socialistas que discreparon de Sánchez
Dimitió de su escaño en el Congreso en 2017, sin abandonar una carrera política cuyo punto culminante fue la Presidencia de Asturias entre 1993 y 1995
Antonio Trevín Lombán
Expresidente del Principado de Asturias
Maestro de formación, dedicó prácticamente toda su vida a la política: concejal y alcalde de Llanes en dos ocasiones, diputado autonómico, presidente de Asturias y delegado del Gobierno en Asturias. Ha fallecido a consecuencia de un cáncer de páncreas
Antonio Trevín Lombán nunca cuestionó la legitimidad del regreso de Pedro Sánchez a la secretaría general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la primavera de 2017. Pero seguía convencido de la necesidad de que PSOE y Partido Popular siguieran pactando las grandes cuestiones de Estado. De ahí que renunciase a su escaño en el Congreso de los Diputados tres meses después de que Sánchez volviera a asumir el liderazgo socialista, al darse cuenta de que la preservación de los grandes equilibrios constitucionales no formaba parte de las prioridades de quien sigue siendo presidente del Gobierno.
El gesto coherente de Trevín -que había sido defenestrado como portavoz socialista de Interior en la Cámara Baja- fue correspondido con un comentario despectivo por parte de Óscar Puente, por entonces portavoz de la nueva dirección socialista: «Que se vayan dos o tres cargos públicos, o cinco o 10, me preocupa muy poco». Una alusión al idéntico gesto realizado esos mismos días por Eduardo Madina, que también dejó de ser diputado.
Un gesto coherente también por parte de Sánchez -todo sea dicho- a quien nunca ha importado la opinión y la experiencia de los históricos del PSOE si no es para suscribir su relato.
Porque Sánchez era un colegial cuando Trevín -poco conocido fuera del ámbito asturiano- fue elegido concejal en Llanes en 1983 antes de tomar las riendas de la alcaldía -por primera vez- cuatro años más tarde. Una responsabilidad que había compaginado con la dirección provincial de Educación. En efecto, Trevín, supo aprovechar todas las oportunidades que le brindaban las reglas de la joven democracia para dedicarse en cuerpo y alma a la política y ejercer apenas su profesión de maestro.
La estrategia fue eficaz: en 1993, a raíz de la dimisión de Juan Luis Rodríguez-Vigil, motivada por el fraude del caso Petromocho, Trevín fue elegido presidente del Principado de Asturias. Mas la tendencia electoral antisocialista de la época desembocó en su derrota frente al popular Sergio Marqués en 1995. No por ello abandonó la política: en 1999 recuperó la alcaldía de Llanes y, a partir de 2004, fue delegado del Gobierno en Asturias durante toda la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero antes de lograr un escaño en las generales de 2011.