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Luis Ángel de la Viuda

Luis Ángel de la ViudaEl Debate

Luis Ángel de la Viuda (1932-2025)

El periodismo y la comunicación en sus venas y Burgos en su corazón

En sus despachos profesionales le acompañó siempre a Luis Ángel el mismo letrero: «Peligro. El jefe está explosivo», pero de ideas y afectividad, nunca de enfado y rencor sino de acendrado humor,

Luis Ángel de la Viuda
Nació en Burgos el 6 de octubre de 1932 y ha fallecido en Madrid el 13 de octubre de 2025

Luis Ángel de la Viuda Pereda

Periodista

Tras los estudios de primaria y secundaria en su ciudad natal, De la Viuda estudió en las universidades de Valladolid y en la Complutense de Madrid. Se licenció en Derecho y en Ciencias de la Información (Periodismo). Su primer trabajo periodístico fue en la prensa escrita, en el diario burgalés 'La Voz de Castilla'. Trabajó también en 'Pueblo'. Fue columnista en varios periódicos ('Diario 16', 'ABC', 'El Mundo'), su relación más estrecha fue con el 'Diario de Burgos'. Fue director de informativos y jefe de programas de Radio Nacional de España y, posteriormente, director de programas de Televisión Española. Fundó Radio 80 y en Antena 3 tuvo cargos directivos en la radio y la televisión de esa casa.

Luis Ángel de la Viuda Pereda nos ha dicho adiós después de 93 años de vida familiar fructífera (viudo de la farmacéutica María Jesús Villanueva, padre de tres hijas, Marisa, Gadea y Jimena, abuelo de diez nietos: Sofía, Iranzu, Bruno, Juan, Gadea, Policarpo, Luis, Jimena, Blanco y Alonso y hermano de Paquita, su fraternal tato) y carrera profesional prolífica, envidiable, enriquecedora e incansable en prensa, radio, televisión y agencia de comunicación.

En sus despachos profesionales le acompañó siempre a Luis Ángel el mismo letrero: «Peligro. El jefe está explosivo», pero de ideas y afectividad, nunca de enfado y rencor sino de acendrado humor, porque como burgalés de corazón, cónsul de la Universidad de Cónsules de Burgos y títulos Burgalés de Pro y Báculo de Oro, agasajaba a sus amigos y amistades con morcilla de Burgos, «como la del Landa. La mejor». De la Viuda fue un personaje irremplazable para quienes hemos tenido la fortuna de conocerle, trabajar con él y ejercer el periodismo en la Dictadura, la muerte de Franco, la Transición, la elaboración de la Constitución, la Democracia, los tiempos convulsos de ahora en España y en el mundo, y la revolución tecnológica desde la cinta perforada al aparato móvil actual.

Luis Ángel de la Viuda, licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid y en Periodismo por la Complutense, y asociado de honor de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), con el número 22, tras ingresar en 1965, comenzó su carrera profesional en 1953 en el diario burgalés La Voz de Castilla. En 1966 entró en TVE, donde fue redactor-jefe y posteriormente director adjunto y director. En febrero de 1975, en plena Transición, sucedió a Emilio Romero en la dirección del diario Pueblo («me nombró el Rey Juan Carlos», como a él le gustaba resaltar en las entrevistas); fue director de la revista SP y de TeleRadio; director de informativos y jefe de programas de Radio Nacional de España, director de Información y Relaciones Públicas del Banco de Bilbao y de su grupo de empresas, formando parte del Patronato de la Fundéu BBVA; presidente de Consultores de Comunicación ADOS, S.A y de Servicios de Difusión, S.A (SERFUSIÓN); fundador y consejero director general de Radio 80, que más tarde fusionó con Antena 3 Radio y de la que formó parte como director de expansión, y fundador, gerente de noticias y subdirector general de Antena 3 Televisión. Con este puesto y a propuesta de Manuel Martín Ferrand y José Luis Orosa Roldán, el Consejo de Administración de la Cadena nombró a quien firma este obituario director de Noticias y Programas de Actualidad de Antena 3 Televisión, meses antes de iniciar las emisiones en prueba en diciembre de 1989 y romper con ello el monopolio de la televisión pública en España.

Durante los años que trabajamos juntos no recibí un lamento, una regañina, una intromisión en mis competencias. Apoyo y aliento constante, felicitaciones por los éxitos en el crecimiento de audiencia de los programas informativos y de actualidad, y conversaciones enriquecedoras en la noche semanal que Luis Ángel de la Viuda, José Luis Orosa, Manuel Martín Ferrand, Ramón Pradera Leonardo y yo, con nuestras respectivas esposas, acudíamos al restaurante que, como buen gourmet, seleccionaba Martín Ferrand para saborear un buen menú y pasar un rato familiar y amigable. Y lo era porque los citados pasábamos más de 18 horas al día, los siete días de la semana, en las instalaciones de Antena 3 TV, en las antigua fábrica de Laboratorios Federico Bonet, en San Sebastián de los Reyes («Donostia of the Kings», como decíamos). Era tanto el trabajo que en los primeros años de andadura y cuando las cosas no salían como estaba previsto, Luis Ángel y yo perdimos la noción del tiempo porque dormíamos en nuestros respectivos despachos, y un día en que tuvimos que acudir a Madrid, viajando en coche de la empresa, exclamamos al unísono y sin previo acuerdo: «Pero si hay calles y hasta gente caminando por ellas. No puede ser».

Antes de que Mario Conde se quedase con Antena3TV para vengarse de los dos preacuerdos firmados e incumplidos por Javier Godó Muntañola, III conde de Godó, por orden de Jordi Pujol i Soley, quien no permitió que Conde entrase en el capital de La Vanguardia a cambio de un crédito de Banesto que A3TV necesitaba como el agua para seguir funcionando, Luis Ángel decía en reuniones y pasillos: «Nos hemos equivocado, nos hemos equivocado. Una televisión de cobertura nacional no necesita un capital fundacional de 10.000 millones de pesetas, sino de 20.000. Menudo error hemos cometido. Ahora lo estamos pagando y nadie nos presta dinero».

Luis Ángel de la Viuda participó en memorables tertulias en Antena 3 de Radio con Miguel Ángel García Juez, Miguel Ángel Nieto, Carlos Pumares y Santiago Amón, y dirigió Escuela de Periodismo, de A3TV, en donde decía que el periodismo era contar cosas actuales, pero de manera diferente, asegurando que cuanto más fácil y barato fuera el soporte más posibilidades había de que el oficio se expandiera y enriqueciera. Cuando por cualquier circunstancia le tenía que sustituir en la presentación y moderación del programa, mis sudores afloraban y mis nervios me atoraban desde horas antes, porque hablar al espectador mirando a la cámara no era, por aquél entonces, ni mi deseo ni mi motivación.

Luis Ángel de la Viuda, en posesión de innumerables condecoraciones y reconocimientos, dio clases en la Escuela de Radiodifusión y Televisión, de RTVE, y en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Mientras su salud se lo permitió, colaboró en el Diario de Burgos, en donde publicó numerosos artículos que más tarde recopiló en el libro Burgos de memoria. Casi trescientas páginas en las que desgrana las vivencias de un burgalés que, afincado en Madrid, hacia latir su ciudad natal desde un corazón que bombeaba sangre de la cuna cidiana.

La capilla ardiente de Luis Ángel de la Viuda está instalada en el Tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, Madrid. Mañana, miércoles, será trasladado a Burgos donde recibirá cristiana sepultura en la «tierra sagrada» que le vio nacer y a la que vuelve para fundirse con el polvo burgalés.

  • Jorge del Corral y Díez del Corral es periodista
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