Fundado en 1910

26 de abril de 2024

Cosas que pasanAlfonso Ussía

Rosón y La, La, La

Durante el recuento de los jurados, el único que mantuvo la calma por el apretado resultado, fue Rosón. Pero el resto de los españoles ignorábamos las gestiones previas, incluyendo en la ignorancia al propio generalísimo

Actualizada 03:22

En junio de 1980 me llamó Jaime Campmany de parte del entonces ministro del Interior, Juan José Rosón, gran amigo suyo. Rosón quería hablarme, y Jaime se ocupó de reunirnos en el pequeño «reservado» del restaurante Horcher. Rosón era un hombre inteligente, seco, gallego, ni asentía ni negaba, y en sus silencios hablaba por los codos. En aquellos años, Don Juan De Borbón vivía en La Moraleja, en la casa de mis padres.
Y Rosón me regañó: «Espero que tus padres habrán valorado la gran responsabilidad que tienen alojando en su casa a Don Juan, que es objetivo preferente de la ETA. Vuestra casa no reúne las mínimas condiciones de seguridad». En aquel tiempo, la seguridad de Don Juan se reducía a la presencia de una pareja de guardias civiles procedentes del cuartelillo de Alcobendas. Tenía razón Rosón, pero la culpa era suya. 
«En ese caso, eres tú el responsable de la inseguridad de Don Juan. Mis padres tienen a Don Juan en su casa, pero la responsabilidad de su seguridad es tuya». No comentó nada al respecto, y la conversación derivó hacia otros fundamentos. Y se refirió al triunfo de «La, La, La», en el Festival de Eurovisión de 1968, cuando Rosón era el director general de Televisión Española.
En 1968 se seguía en toda Europa, con interés mayoritario, el festival de Eurovisión. Y las diferentes televisiones estatales, elegían con criterios musicales las canciones y los intérpretes. No acudían payasos. Cliff Richard, France Gal, Julio Iglesias, y Massiel, que sustituyó a Serrat en la eficaz, pegadiza y festivalera canción «La, La, La». Joan Manuel – Juan Manuel, en aquellos tiempos- Serrat anunció que cantaría en catalán, y fue sustituido por Massiel. Podría haberlo hecho, por cuanto la canción de Ramón Arcusa y Manuel de la Calva, el formidable «Dúo Dinámico», aparte de dos estrofillas, dejaba en manos del «La, La, La» el ochenta por ciento de su letra. Habría sonado igual en español, que en catalán, que en vascuence, e incluso, que en guaraní y swahili. Massiel lo interpretó con gran soltura, acompañada del «Trío La, La, La», que contó con todas mis simpatías porque una de sus componentes era del Puerto de Santa María.
Y el «La, La, La», la canción española, de Arcusa y de la Calva, ganó. Y dejó en segundo lugar nada menos que a Cliff Richard y su «Congratulations», que representaba a la «Pérfida Albión». Pero con anterioridad hubo movimientos.
Rosón, Director General de TVE, fue citado por el ministro de la Gobernación -Interior-, el general Alonso Vega. Ni más ni menos. Y el ministro le dio a entender a Rosón que el generalísimo estaba muy interesado en una victoria de España en Eurovisión. No contaba nuestro país con las simpatías de algunos jurados. «Disponga de lo que estime necesario, Rosón». Y Rosón, dispuso. Encontró a los enlaces idóneos, y «tocó» a los jurados hostiles, que lo eran con el Régimen, pero no contra el dinero del Régimen. Atados y bien atados los nudos de la gestión, Rosón llamó al general Alonso Vega. «Mi General, creo que podemos ganar este año».
Lo escribí en ABC y a Massiel, lógicamente, no le gustó. Ella cumplió con una estupenda interpretación, su voz potente, su alegría contagiosa, la música pegadiza y los jurados, algunos de ellos impensables, nos dieron el premio. Recuerdo aquella noche, que me hallaba en Trujillo. En el salón-bar del hotel, en la cuna de don Francisco de Pizarro, seguí las incidencias del festival en compañía de Pepe Iglesias, «El Zorro», un humorista argentino divertidísimo, que triunfó en España y aquí se hizo rico, y que volvía de Lisboa. «Ché, va a ganar el inglés. Pero a la «nuestra» le han aplaudido mucho». Durante el recuento de los jurados, el único que mantuvo la calma por el apretado resultado, fue Rosón. Pero el resto de los españoles ignorábamos las gestiones previas, incluyendo en la ignorancia al propio generalísimo, que celebró el triunfo de Massiel con el mismo entusiasmo que el gol de Marcelino a Yatchyn, en la final de la Eurocopa contra la selección de la URSS.
Pero ese festival se ha convertido en un rollo. Una de las aspirantes a representar a España en Turín, Rigoberta Bandini, es la que ha inspirado a Irene Montero en lo de las tetas. Finalmente, la representante de TVE será una tal Chanel. Pero eso no lo ve nadie ya. Lo mejor fue la frase, seca y rotunda de Juan José Rosón al terminar la narración. 
–Supimos de la cantidad que la BBC ofreció a los jurados, y la doblamos. Así que la BBC al «carallo». Historia de trastienda.
Comentarios

Más de Alfonso Ussía

  • Mundo de la cultura

  • Carneiro y Cordeiro

  • El cine de Pallete

  • Las cositas del CIS

  • Cataluña nos roba

  • Últimas opiniones

    tracking