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Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Aquí no ha pasao na. Y ya vale, que no he zampado

Lo esperado, el líder del partido corrupto se lava las manos. Hay que pasar página, avanzar en el «proyecto de progreso» y frenar a la terrorífica derecha

Actualizada 10:53

Hechos. A estas alturas se da por probado todo lo siguiente. Son datos que ya no logra desmentir ni el más fogoso tertulianismo del régimen:

1.-Por primera vez desde la aprobación de la Constitución del 78 se ha robado desde el corazón del propio Gobierno de España, y para más señas, en el ministerio de mayor presupuesto.

2.-El ministro que dirigió el asalto al poder de Sánchez en 2018, el que presentó la moción de censura en nombre de la regeneración, ha resultado ser un golfo profesional. Trincaba del material sanitario de la pandemia y de las obras públicas. Mientras vendía feminismo, se repartía a mujeres con su asesor principal, como si fuesen reses, y empleaba a sus amantes de pago en cargos públicos ficticios en la Administración.

3.-El PSOE ha tardado 16 meses en echarlo del partido, cuando sus andanzas eran un clamor. Sánchez, que lo había despedido del Gobierno en 2021 sin explicar jamás la razón, lo colocó todavía en 2023 en las listas electorales, cuando ya atufaba.

4.-El último secretario de organización del PSOE, corrupto al igual que su predecesor, formaba parte de la trama de mordidas en los fondos públicos y ha tenido que dimitir por ello y dejar su escaño.

5.-Tres de los personajes de la camarilla que llevó a Sánchez al liderazgo del PSOE en las primarias de 2017, la conocida ya como «la banda del Peugeot», están hasta las trancas en la trama de corrupción. Sánchez alardea en su autobiografía de la relación amistosa que logró trabar con ellos.

6.-Sánchez y sus ministros negaron en todo momento una trama de corrupción que hoy asombra a Europa. Pero fueron más allá: hostigaron a los jueces y a los periodistas que investigaban y destapaban la mugre en el corazón del Gobierno y del PSOE. Insultaron a los periódicos críticos. Acusaron a los jueces de «guerra sucia». Incluso desacreditaron a la Guardia Civil.

7.-Una militante del PSOE que había ocupado un cargo directivo en Correos y conocía a parte de la cúpula del partido ha sido descubierta haciendo trabajos de cañerías para desacreditar a la UCO que investigaba a su formación política. Guerra sucia política.

8.-La mujer del presidente se valió de su posición para hacer negocios particulares desde su puesto en la Complutense, una cátedra extraordinaria que le fue concedida a pesar de que carecía de un currículo académico que lo justificase.

9.-El presidente del Gobierno vulneró las normas de incompatibilidades al dar luz verde al rescate de Air Europa desde el Consejo de Ministros cuando su mujer estaba siendo subvencionada por esa compañía aérea en sus actividades privadas.

10.-El hermano del presidente va a ir a juicio por disfrutar de un puesto en la Diputación de Badajoz que logró gracias a un clarísimo enchufe. Además, ni siquiera acudía a su puesto de trabajo. ¿Por qué benefició a ese señor una corporación gobernada por el PSOE? Es evidente, por ser hermano de Pedro. Un caso evidente de nepotismo.

11.-El presidente del Tribunal Económico-Administrativo, un alto cargo nombrado por María Jesús Montero a los veinte días de llegar al poder, cobraba en sobres a cambio de resolver pleitos fiscales. El caso ha sido destapado por El Debate y objeto de tres preguntas parlamentarias a la vicepresidenta, que se hizo la loca y no contestó.

12.-Todo lo anterior puede ser solo la punta del iceberg, pues se da por descontado que se conocerán nuevos informes de la Guardia Civil, que podrían salpicar a más cargos del PSOE.

Vistos los hechos, ¿qué habría pasado en una democracia europea convencional?

El presidente del Gobierno habría presentado su dimisión inmediata. Lo explicó perfectamente el propio Sánchez en su argumentario contra Rajoy en la moción de 2018.

¿Y qué pasa en la maltrecha e ineficaz seudo democracia española?

El presidente corrupto hace un amago impostado de pedir perdón. Pero acto seguido proclama en plan chuleta que él sigue, que el mal se ha cortado ya y pelillos a la mar. Además, pone a parir a la derecha y pretende arreglarlo todo con tres nombramientos en el PSOE y una seudo comisión de investigación en el Congreso (tutelada por su mayoría populista y antiespañola).

Asistimos al perfecto retrato del esperpento político que padecemos en España. Un presidente que tenía que haber dimitido el pasado jueves incluso se permite decir a la prensa que «son las cinco y no he comido», no más preguntas. Déjenme ya en paz con todo esto, que tengo que seguir con «el proyecto de avance progresista» (que consiste en dos años sin presupuestos y el país rehén de los separatistas).

Ni elecciones, ni cuestión de confianza, ni remodelación de Gobierno. Nada de nada. Como dice un amigo mío, y cada vez me cuesta más quitarle la razón: «Estamos ante un psicópata del poder». Y aquí lo dejo, que todavía no he comido.

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