Fundado en 1910
HorizonteRamón Pérez-Maura

Mi sincero agradecimiento a Sánchez

La franja de Gaza tiene 365 kilómetros cuadrados. La ciudad de Madrid tiene 604 kilómetros cuadrados. ¿Alguien se cree que un ejército genocida no es capaz de ocupar en dos años un territorio que es la mitad del municipio de Madrid? Deben de ser genocidas de chichinabo

Ayer vivimos una nueva «normalidad» dentro de la anormalidad que se está perpetuando en España. Sánchez hizo una declaración al país a las nueve de la mañana para reiterar una serie de medidas que en su mayoría ya había anunciado anteriormente. No se entiende muy bien por qué hay que hacer una declaración extemporánea para ratificar algo que ya conocíamos. Aunque yo agradecí al presidente –en mi fuero interno– que hiciera esa declaración porque me permite volver a proclamar mi defensa de Israel en este horror.

Empecemos por decir que en la declaración había algo muy grave que no ha ocurrido nunca en nuestra historia. Sánchez nos informó de que hay compatriotas en territorios administrados por Israel a los que España no prestará asistencia consular si la necesitan. Y en el día en que un compatriota moría en un atentado terrorista en Jerusalén. Un judío español, presidente. Ya es mala suerte para usted –que ya comprendo que la muerte del judío español le es indiferente.

Lo del abandono consular es algo verdaderamente insólito. Por supuesto que ha habido muchas veces en la historia que España no ha podido asistir a algunos ciudadanos españoles que se habían visto capturados en un conflicto. Pero jamás habíamos visto que España anunciara la amenaza de no dar asistencia como chantaje para sacar a sus compatriotas de un lugar. Ni siquiera ha disimulado el chantaje ofreciéndose a sacar de inmediato a los españoles de lo que Sánchez llama «asentamientos ilegales».

Lo que vivimos ayer fue una rendición a Sumar con la lógica consecuencia de que Israel sanciona a la vicepresidente Díaz y a la ministro Rego. Como haría cualquier país del mundo en una situación similar. No olvidemos que, de paso, estamos dando una patada en los mismísimos a los Estados Unidos. Y las patadas que van a dar de vuelta las vamos a recibir en el tafanario todos los españoles. Veremos si la cosa no arranca por Ceuta, Melilla y Canarias. ¿Por qué será que España tiene una política más firme en defensa de Hamás que ningún dirigente árabe? No es que España apoye más a Hamás –que con justicia nos lo ha agradecido– que Egipto, Arabia Saudí o Marruecos. O el país árabe que ustedes me quieran poner como ejemplo. Es que les apoyamos más que la Autoridad Nacional Palestina y su presidente Mahmud Abás que carece de ningún poder sobre esa parte de Palestina que está en manos de unos terroristas que defiende España.

Todo lo que dijo Sánchez ayer a las nueve de la mañana está basado en una mentira: que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza. Es cierto que en Gaza hay miles de muertos en casi dos años. Pero un genocidio implica algo más. Un genocidio supone una eliminación sistemática de un grupo humano por razón de raza, etnia, o religión. Y eso no se da en Gaza. Ciertamente esta guerra está generando miles de muertos –bastante menos de los que dice el mal llamado e inexistente Ministerio de Sanidad de Gaza– un simple instrumento de propaganda de Hamás. Pero muchísimas más de las aceptables. Y por una simple razón: Hamás no quiere minimizar sino maximizar sus víctimas. Sus mártires tienen ganado el cielo y contribuyen al único objetivo que tiene Hamás que no es la creación del Estado palestino que reconoce Sánchez, sino acabar con el Estado de Israel.

Y no puedo evitar hacer una pregunta de geoestrategia muy básica a Pedro Sánchez: según la Wikipedia la franja de Gaza tiene 365 kilómetros cuadrados. La ciudad de Madrid tiene 604 kilómetros cuadrados. ¿Alguien se cree que un ejército genocida no es capaz de ocupar en dos años un territorio que es la mitad del municipio de Madrid? Deben de ser genocidas de chichinabo. Y no sólo eso. Es un ejército genocida que envía mensajes de sms antes de atacar edificios para ayudar a la huida de sus habitantes. Un ejército que evacúa a niños enfermos y los trata en sus hospitales. E incluso les paga tratamientos hospitalarios en Abu Dabi.

Sánchez habla de un genocidio ofendiendo e insultando a las víctimas de los verdaderos genocidios. Pero a Sánchez sólo le importa Sánchez. Él quería que hoy hablásemos de esto. Y yo lo he hecho. Y no me arrepiento, presidente. Porque no he caído en una trampa. Lo he hecho porque creo que es de Justicia.

comentarios

Más de Ramón Pérez-Maura

tracking

Compartir

Herramientas