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29 de marzo de 2024

Cartas al director

El refranero español

Un viejo refrán dice: prometer y no dar, no descompone casa. Con no cumplir mañana lo que prometo hoy. Es lo que está haciendo Pedro Sánchez, promete hoy lo que no cumplirá nunca. Promete miles de pisos en alquiler y ni siquiera están construidos. Cine los martes para los mayores y no saben qué películas. Ayuda a los jóvenes para que viajen pero depende donde. Ayuda a financiar audífonos, implantes dentales, productos ortopédicos y medicamentos no cubiertos por la Seguridad Social. Todas estas promesas están con los anuncios de la propaganda. Nada más, solo sus aduladores se lo creen para alimentar el futuro del refrán. E interpretar la dimensión ética de la respuesta ciudadana.
Esa ciudadanía que está esperando su promesa estrella, la que va a cumplir tres años. El ingreso mínimo vital. Nacida en un momento de grave peligro social al borde del umbral de la pobreza de más de 1.800.000 personas y 600.000 hogares.
Y después de tres años solo reciben esta ayuda un 20 % que solo cumplen, (sospechosamente) con la burocracia y requisitos para ser beneficiarios de la «promesa» sanchista. Nadie se quedara atrás, decía. Y ya se han quedado sin nada el 80 %. Ni por delante ni por detrás.
Hay que tener más amor por la verdad, señor Sánchez, que por el convencimiento de las promesas que nunca cumplirás. Empezaste mal, implantando un nuevo sistema para gobernar. Ni dictatorial ni democrático. El sistema de la mentira y el engaño. Comenzaste engañando con quién no pactarías para que no te quitara el sueño y en cada predica lo vas ampliando, convirtiéndote en un virtuoso inconmensurable de la trola, cuanto más grande, disparatada e inverosímil sea, mas efecto paralizante produce a tus aduladores, es lo que te está funcionando diariamente tu nuevo sistema de gobierno.
Si un sistema dictatorial es malo y la democracia es el sistema menos malo. Porque la democracia no se convierte en el mejor. Creando una ley que condene y castigue el engaño y la mentira. Tan dañina como el crimen y la corrupción…

Maximo de la Peña Bermejo

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