Cartas al director
Hasta siempre, maestro
Ningún torero suele mojarse fuera de lo suyo y hasta en eso Morante de la Puebla ha sido todo personalidad de modo que brindó el último toro de su carrera –¡y qué carrera!– a Santiago Abascal en la corrida del 12 de octubre de Madrid, y el primero de su lote a Isabel Díaz Ayuso que fue todo menos una corrida cualquiera. Sin avisar a nadie, como el toro que le encunó al principio de la faena para pegarle un costalazo impresionante, Morante de la Puebla cogió la muleta, visiblemente conmocionado, hizo una faena con los pases justos, la estocada perfecta y concedidas las dos orejas se plantó en el centro de Las Ventas para cortarse la coleta, entre lágrimas que se fueron extendiendo a los 22.000 espectadores que llenaban Las Ventas y los millones que lo estaban viendo a través de Telemadrid y algunas cadenas autonómicas. Si esto fuera fútbol, imaginen cómo hubiera sido si Messi hubiera anunciado por sorpresa su retirada en el Camp Nou después de golear al Real Madrid, o algo así.
En toda su carrera ha sido algo especial y sin ir más lejos en la temporada que termina ha tenido tardes gloriosas y la afición ha disfrutado mucho hasta considerarlo su ídolo más preciado, todo ha cambiado desde el día de la Fiesta Nacional, maestro disfruta de la vida que todavía te quedan muchos años por delante, cuando apenas tienes 46.