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en primera líneaEl conde de Teba

La Emperatriz Eugenia y sus joyas

Eugenia, XX condesa de Teba, un año menor que su hermana Paca, condesa de Montijo, nació en Granada en 1826. Venir al mundo a los pies de la Alhambra imprime carácter. Moriría en 1920 en el Palacio de Liria, rodeada de sus sobrinos, después de 94 años de una vida tan intensa como desgraciada

Act. 20 nov. 2025 - 12:40

Queridos incautos: está hoy bastante candente el asunto de la corona de mi antepasada. Por ello me veo obligado a salir en su defensa, y elogiar sus más importantes joyas: sus hechos y su carácter, mucho más valiosos y transcendentales… pues conformaron a una gobernante ejemplar, espejo de reinas, y orgullo de España.

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Eugenia de Montijo, Emperatriz de los francesesGustave Le Gray

Sus circunstancias

Su tío Eugenio, el primogénito, fue conde de Montijo y jefe de aquella poderosa casa. Su padre, Cipriano XIX, conde de Teba, era «segundón en casa grande». Por ello sería militar, y encarnaría el romántico por excelencia: un valiente general, cojo, tuerto, pobre y liberal hasta la médula. Por tal, partidario de Napoleón I.

Casaría con un terremoto: la bella María Manuela Kirkpatrick de Closeburn. Hija del cónsul de USA, un noble escocés afincado en Málaga, amigo del presidente Jefferson.

El hijo de su hermana Ferdinand de Lesseps fue el constructor del Canal de Suez. La Emperatriz sería el gran apoyo para llevar a cabo la faraónica (nunca mejor dicho) obra de su primo.

María Manuela educó a sus hijas rodeadas de una pequeña corte de artistas, escritores y músicos. Théophile Gautier, Alfred de Musset, Espronceda, Stendhal, que les enseñaría historia y sobre todo Prosper Mérimée, quien fuera su tutor. El autor de Carmen encontró inspiración en narraciones de María Manuela.

A la muerte de Eugenio, sin hijos, Cipriano heredará la casa de Montijo. Pero morirá pronto. Las niñas se convirtieron en magníficos partidos. María Manuela, una rica y guapa condesa viuda de 45 años, será la mejor influencer del momento y una exitosa casamentera.

Paca casará con Jacobo Stuart Fitz-James y Ventimiglia, XVI duque de Alba, aportando una gran parte de su riqueza y poder a esa casa. Eugenia, condesa de Teba, casará con 26 años con Napoleón III, que contaba 44.

En el encuentro, orquestado por Mérimée, el Emperador se quedó prendado inmediatamente de su belleza. Estando ella en el piso de arriba y acostumbrado él a triunfar en aventuras galantes, le preguntó pícaramente:

–Señora, ¿cómo puedo llegar a vuestro dormitorio?

–Sire, a través de la capilla.

Rápida e ingeniosa respuesta de doble sentido.

En 1853, la boda con los trajes las carrozas, y la pompa, fue el fastuoso acontecimiento del II Imperio Francés. A la salida de Notre Dame, decorada por Violet le Duc, logró conquistar al permanentemente hostil pueblo francés, que miraba con animadversión a una reina que venía de España. Bellísima, elegantísima y regia, con la diadema de Josefina, suelta el brazo del Emperador, se vuelve hacia los miles de franceses, y se inclina haciendo una reverencia de sumisión hacia su nuevo pueblo. Estallan las aclamaciones y pasan de la inquina al entusiasmo.

Terminó de ganárselos al donar para la caridad sus regalos de bodas para joyas. Con los 600.000 francos del municipio de París y los 250.000 de Napoleón, fundó un asilo para chicas pobres.

En 1856 nacerá su único hijo, el Príncipe Imperial, Eugenio Luis Napoleón Bonaparte y Guzmán, conocido como Napoleón IV, y familiarmente como Loulou. Al comenzar su intensa actividad como Emperatriz, eligió como símbolo de su reinado la abeja por su laboriosidad.

Sus «joyas»

• Asumió la regencia y destacó por su habilidad para mantener la estabilidad en momentos críticos.
• Impulso a la moda y las artes: apoyó a diseñadores como Worth, el padre de la alta costura. Como mecenas de artistas contribuyó al esplendor cultural de la corte imperial.
• Apoyó a proyectos de infraestructura: el Canal de Suez, la construcción del gran París y sus grandes avenidas con el barón Haussmann. O la Ópera, imponiendo sus iniciales N y E.
• La primera feminista: Logró que se concediera la Legión de Honor a una mujer. Promovió el sufragio femenino,
• Aficionada a la arqueología: Especialmente la egipcia. Alentó la difusión y valorización del patrimonio histórico.
• Contribuciones a la gastronomía: A Eugenia se deben la exaltación de la cocina francesa y los menús escritos para saber lo que se come.
• La mejor embajadora. Promovió ante el mundo la proyección global francesa en las exposiciones universales de 1855 y 1867. Anfitriona en la inauguración del Canal de Suez en 1869. Donde se estrenaría la ópera Aida.

Comenzaron las desgracias

Su única y adorada hermana, Paca, morirá en 1860 con solo 35 años, dejando a Eugenia abatida.

En 1870 la guerra franco-prusiana acaba fatal. Napoleón III fue hecho prisionero. Guillermo I de Prusia se coronó emperador en Versalles. En Francia se proclamó la III República. Estalló el caos. La comuna, una revolución comunista, incendió medio París. Las turbas irrumpieron en el Palacio de las Tullerías. Su dentista americano la salvó en su carruaje médico, en medio de una terrible tormenta, embarcó para Inglaterra.

La Reina Victoria puso a su disposición el palacio de Farnborough. Allí enterrarían en 1873 al emperador tras una sospechosa fallida intervención quirúrgica.

Le quedaba su hijo adorado, un joven de magnífica presencia y considerable talento. A sus 23 años era un inmejorable pretendiente ante la eventual restauración imperial.

En pos de esta quimera, se enroló como teniente en las tropas británicas en la guerra anglo-zulú. En una partida de reconocimiento, sus capitanes-guardaespaldas huyeron. El Príncipe cayó del caballo. Habían cortado la cincha de su montura. Los zulúes le atravesaron con sus lanzas. Nadie quería un Napoleón IV.

Llegó a la cripta de Farnborough en un ataúd envuelto en violetas, su flor favorita. De ahí la película románticona de los años 50 Violetas imperiales.

Devastada, la emperatriz volcó su cariño en sus sobrinos. Moriría en el palacio de Liria en 1920, tras una vida en continua vocación de servicio, pero cargada de tragedias.

  • El conde de Teba, Jaime Patiño Mitjans, es arquitecto y ganadero
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