Vox, explícate y cuida de los tuyos
Posiblemente cambiando su estrategia de comunicación así como la actitud, por otra más amable, sin necesidad de renunciar a sus ideas, Vox contaría con muchos más apoyos por parte del electorado
Tras las recién celebradas elecciones generales y las aún no lejanas autonómicas de mayo, los partidos se han visto expuestos a todo tipo de críticas por errores de estrategia de campaña, con la importancia añadida en esta ocasión de la política de pactos.
En el caso de Vox, la crítica viene más veces por simplemente existir y por defender con coherencia lo que defiende que por cómo lo defiende. Yo haré justo lo contrario, pues lo que defiende es más que respetable, muy necesario para muchos y es además el único que lo hace.
Vox, en realidad, no ha traído nada nuevo en cuanto a ideas políticas, pues muchas de ellas fueron en su día defendidas con mayor o menor claridad por el PP. Y pienso por otra parte que hay muchos más ciudadanos que comparten hoy esas ideas y principios que los votos que recibe este partido. Lo diré de otra manera, conozco mucha gente que piensa como Vox y no vota a Vox, y eso es un fracaso tanto para el partido que no recibe ese apoyo como para el ciudadano que no vota a quien mejor representa sus ideas. ¿Cuántos ciudadanos defenderían, si lo entendieran bien, una España sin 17 gobiernos y parlamentos autonómicos que han servido para dividir, sobre legislar, generar desigualdades y malgastar?¿Cuántos ciudadanos apoyarían una drástica reducción de la estructura pública y con ello el nivel confiscatorio de muchos de los actuales impuestos, mantenidos por los grandes partidos que han gobernado España, con sus consecuencias directas en la economía, si se les explicara bien?¿Cuántos ciudadanos están a favor de la libertad lingüística históricamente descuidada por el resto de partidos? ¿Cuántos ciudadanos en España están a favor de la vida y por ello, se puede decir, en contra del aborto y de la eutanasia? O ¿cuántos en contra de la humillante y deshumanizante gestación subrogada? ¿Cuántos están preocupados por el problema de la crisis demográfica que conlleva además la inviabilidad del actual sistema de pensiones?¿Cuántos están en contra del adoctrinamiento en los colegios, en especial en cuestiones LGTBI, asunto también descuidado históricamente por el resto de partidos?¿Cuántos piensan que la necesaria lucha contra la violencia contra las mujeres se puede y se debe acometer sin sectarismos ideológicos y sin atropellar otros derechos como por ejemplo la presunción de inocencia como hace la actual y fracasada legislación en esta materia? Todo ello es programa de Vox.
Hay, por otro lado, otros asuntos que abandera Vox que enfocados como lo hace pueden resultar poco atractivos y poco interesantes, además de no ser entendidos por una mayoría. Por ejemplo: ¿qué sabe la mayor parte de la gente de la Agenda 2030? O ¿qué sabe el electorado en general de Soros y del globalismo que este promueve? ¿Y de la propia ideología de género? No digo que no haya que combatir todo ello, pues lo veo necesario, pero ¿qué necesidad hay de hablar continuamente de algo que la mayor parte de la gente, el gran publico, no entiende y no le interesa?
Y en cuanto a inmigración y el asunto de los «menas», que es realmente un problema, estoy seguro que se le puede dar un enfoque mas humano. Todos entienden que hay que regular la inmigración y proteger nuestras fronteras, al igual que fomentar la integración, aprendiendo además de nuestros vecinos europeos y de sus nefastas experiencias. ¿Por qué defendiendo algo objetivamente necesario se hace proyectando una imagen muchas veces tan poco humanitaria?
Posiblemente cambiando su estrategia de comunicación así como la actitud, por otra más amable, sin necesidad de renunciar a sus ideas, Vox contaría con muchos más apoyos por parte del electorado. Por cierto, aprovecho la ocasión para decir que Iván Espinosa de los Monteros, a quien conocí bien en los inicios de Vox, y que anteayer anunció que deja la política, ha sido un claro ejemplo de esa amabilidad a la que me refiero y que tanto se echa de menos en Vox, es por ello una pérdida.
Por otra parte, hay además otra cuestión muy mejorable en este partido. Todo proyecto político que pretenda consolidarse en el tiempo necesita una sólida estructura territorial, de hecho ya hemos visto fracasar proyectos como UPyD, Ciudadanos o Podemos que por no tener sólidas estructuras territoriales (aunque no solo por ello) han desaparecido. Está claro que a algunos de esos partidos no les ha dado ni tiempo para construirlas, pero Vox ya ha cumplido 8 años y aunque haya sufrido un revés electoral, con poca autocrítica por cierto, pasando de 52 a 33 diputados, sigue siendo la tercera fuerza política y tiene además otra legislatura por delante, también ya formando parte de varios gobiernos autonómicos, el último el de Aragón.
Esta necesidad de organización y de contar con una sólida estructura en toda España, la tienen clara los dos grandes partidos y saben también de la importancia y el peso de los territorios (hoy los llaman así). En España viven 47 millones de ciudadanos y en Madrid solo 6,6 de ellos, no se puede dirigir un partido nacional sin tener eso presente. Una cosa es estar en contra del fracasado sistema autonómico y otra obviar la realidad de la envergadura y configuración de España y de sus ciudades, provincias y regiones.
Miguel Boronat es consultor-empresario