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27 de abril de 2024

Ceferino Giménez Malla, 'El Pelé', el primer beato gitano

Ceferino Giménez Malla, 'El Pelé', el primer beato gitano

Religión

Homenaje a 'El Pelé', el primer beato gitano

Fue asesinado por evitar la paliza a un sacerdote en 1936 por parte de unos milicianos al comienzo de la guerra civil

Pastoral Gitana de Madrid, dentro de la Vicaría para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación, organiza el viernes 26 de noviembre un concierto y oración en memoria de Ceferino Giménez Malla, 'El Pelé', el primer beato gitano
El acto, que se desarrollará en la parroquia Nuestra Señora de las Victorias (Azucenas, 34) a partir de las 20:30 horas, será presentado por el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, ha informado la Archidiócesis de Madrid.
Según anuncia el Secretariado de Pastoral Gitano, el concierto-oración une la fe, la poesía, el teatro y el flamenco. Y se ambienta en la última noche en la cárcel donde Ceferino pasa la noche previa a su martirio en agosto de 1936
Murió con el rosario en la mano, mientras gritaba su fe: «Viva Cristo Rey». El autor y artista del acto será Jesús Cortés Pendón, natural de la Línea de la Concepción (Cádiz), maestro de música, casado y padre de cuatro hijos.
Cartel del homenaje a 'El Pelé'

Cartel del homenaje a 'El Pelé'

Ceferino Giménez Malla nació en Benavent de Segriá (Lérida) en 1861, aunque algunas fuentes lo sitúan en Fraga, Huesca. Hombre de profundas convicciones religiosas, se ganaba la vida con la venta de caballos. En 1902 ingresó como laico en la Orden Franciscana Seglar. Durante la guerra civil fue detenido y murió fusilado en Barbastro, rosario en mano, el 9 de agosto de 1936. 
Fue después de defender a un sacerdote que estaba siendo golpeado a culatazos por un grupo de milicianos. Ceferino los reprendió por su actitud. Unido al hecho de que portaba un rosario, lo apresaron y fue condenado a muerte.
San Juan Pablo II lo declaró beato en 1997, y su proceso de canonización está en su fase final. Según destacó san Juan Pablo II en la homilía de la misa de beatificación, «su vida muestra cómo Cristo está presente en los diversos pueblos y razas y que todos están llamados a la santidad, la cual se alcanza guardando los mandamientos y permaneciendo en su amor».
En una ocasión, fue injustamente acusado de robo y encarcelado, aunque al final fue declarado inocente. Durante su juicio, su abogado defensor dijo: «El Pelé no es un ladrón, es San Ceferino, patrón de los gitanos».
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