
El todavía diácono Javier Prieto nació en Fuentesaúco hace 38 años
De consultor financiero en Madrid a atender 43 parroquias en pueblos de Zamora
Javier Prieto será el único candidato que recibirá la ordenación sacerdotal en Zamora en menos de un mes
Zamora es una de las provincias que más fuertemente sufre el zarpazo de la despoblación, y esto se nota también en el número de aspirantes al sacerdocio. Sin embargo, de vez en cuando, algún joven prosigue el camino del sacerdocio y persevera en él. Es el caso de Javier Prieto, un seminarista –ahora diácono– que será ordenado sacerdote el 22 de febrero en la catedral de Zamora. Nació hace 38 años en Fuentesaúco, un municipio de la provincia, pero pronto marchó a vivir a Santiago de Compostela y, más tarde, a Madrid.
En la capital cursó sus estudios universitarios: un doble grado en Derecho y ADE, y después se mudó a Salamanca para estudiar un máster en Patrimonio Cultural. Seguía conectado con el pueblo que le vio nacer, y eso le hizo implicarse en la Junta Pro Semana Santa del municipio. La piedad cofrade siempre le llamó la atención, y participaba en el grupo de jóvenes cofrades de la diócesis, colaborando en las actividades de preparación para la JMJ de Madrid 2011. Empezó a trabajar en el programa Zamora Románica, de la fundación Afonso Henriques, desarrollando las visitas didácticas para escolares. Durante este período comienza su participación en la cofradía de la Concha donde, «entre amistad y trabajo, va tomando forma la inquietud vocacional», como ahora rememora.

Ecónomo de la diócesis
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Pero aún no había llegado el momento indicado para seguir a Dios en el sacerdocio. En 2014 regresa a Madrid para trabajar en la consultora financiera PFS, donde desarrolla su labor profesional durante dos años. Durante ese tiempo compagina la labor profesional, especializándose en la gestión de un equipo de consultores y el tratamiento de datos, con su tarea como directivo de la cofradía de la Concha.
La inquietud vocacional
La llama de la inquietud vocacional seguía caldeando su interior, y en 2016 comienza un proceso de discernimiento vocacional con el entonces rector del seminario de Zamora, Florentino Pérez, mientras continuaba con su trabajo en PFS. En septiembre de ese año decidió dar el paso e ingresaba en el seminario de la diócesis castellanoleonesa, formándose en el Teologado de Ávila en Salamanca y cursando sus estudios de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Mientras se formaba para ser sacerdote, ejercía su pastoral en diversos pueblos, como Sanzoles, Fuentespreadas, Venialbo, Cuelgamures, El Piñero, San Miguel, Argujillo o Benavente. Un contraste muy marcado, sin duda, con lo que había conocido en sus años de consultor financiero en Madrid.
Al terminar sus estudios, en 2023, es ordenado diácono por monseñor Fernando Valera, obispo de Zamora, y se le encomienda ejercer su ministerio ayudando a dos sacerdotes que atienden 43 pueblos. Un año después fue destinado a las parroquias de Toro y los pueblos del Alfoz. Ahora, en menos de un mes, será ordenado sacerdote. Ciertamente, no le faltarán parroquias por atender en esta parte de la España abandonada.