Una 'influencer´ en el Siglo de Oro

Corría el año 1515 y en Ávila nacía una niña llamada a revolucionar su siglo, su reino y hasta a la Iglesia universal, poniendo contra las cuerdas a la misma Inquisición. No podemos sino pensar rápidamente en Santa Teresa de Jesús, a quien la Iglesia celebra cada 15 de octubre y que aún hoy tiene lecciones que ofrecernos en pleno siglo XXI.

¿Cómo puede alguien que vivió en tiempos de guerras, reyes, imperios y gestas decir algo al mundo de la postmodernidad? Pues bien, me atrevo a afirmar que Santa Teresa de Jesús fue una auténtica influencer del Siglo de Oro.

Ahora que este anglicismo está tan de moda, especialmente entre los jóvenes, conviene recordar que, desde la pluma esgrimida como espada candente de sus pensamientos, esta mujer supo influir en la forma de vivir, de pensar, de rezar y de actuar de las gentes de todos los tiempos.

Desde la mística de su poesía hasta la claridad de obras como Camino de perfección, Teresa generó textos literarios y espirituales que han quedado para la posteridad. Pero, si queremos comprender su lado más influencer, no debemos olvidar que esta apasionada castellana recorrió caminos polvorientos para fundar conventos por doquier, donde se imitara su manera de entender el Carmelo y la vida interior.

Con sus cartas movió conciencias y corazones: persuadió a donantes, corrigió a nobles y religiosos, e incluso llegó a influir en la misma corte de Felipe II. Esas cartas son testimonio firme de una mujer libre y valiente, que no se detuvo ante nada ni ante nadie. En cierto modo, fueron un precursor lejano de nuestras actuales redes sociales.

Pero lo que más nos interpela hoy es que sus palabras marcaron camino porque reflejaban la coherencia de su vida. Hoy abundan personajes que promueven estilos de vida vacíos o incoherentes con su propio modo de actuar. Teresa, en cambio, no predicó nada que no viviera primero.

Esa libertad y coherencia le granjearon enemigos poderosos, escandalizados ante su austeridad y su franqueza. Pero ella siguió adelante, sin miedo, sabiendo que la verdad no se negocia.

En una sociedad donde los «me gusta» son la medida del éxito, Santa Teresa nos enseña que el verdadero influencer es el que es original y no copia, el que sabe cuál es su camino y lo sigue hasta el final, y sobre todo, el que muestra la Verdad aunque incomode o contradiga los planes del mundo.