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04 de mayo de 2024

magnus Macfarlane, fundador de Mary's Meals, durante su ponencia

magnus Macfarlane, fundador de Mary's Meals, durante su ponencia

Congreso Católicos y Vida Pública

El fundador de Mary’s Meals, en Madrid: «No podemos llevar a cabo un auténtico acto de caridad sin correr un riesgo»

El escocés Magnus MacFarlane-Barrow clausuró en la Universidad CEU San Pablo el 25º Congreso Católicos y Vida Pública, dedicado a la evangelización

«No podemos llevar a cabo un auténtico acto de caridad sin correr un riesgo», aseguraba Magnus MacFarlane-Barrow, fundador y CEO de la ONG Mary’s Meals, durante la conferencia de clausura del 25º Congreso Católicos y Vida Pública, celebrado este fin de semana en Madrid y organizado por la Fundación CEU y la Asociación Católica de Propagandistas. «Si intentamos erradicar todos los riesgos al ayudar a otros, no haremos mucho», añadió.
Mary’s Meals recibió en octubre el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2023, y actualmente atiende a más de 2.400.000 niños en 18 países de todo el mundo: de Benín, Sudán del Sur o Etiopía a la India, Myanmar o Haití. En concreto, Mary’s Meals proporciona una comida por niño cada día del calendario escolar, lo que además sirve como incentivo a la escolarización.

«Nunca planeé este trabajo»

«La idea es ofrecerles tanto el pescado como la caña de pescar», señaló el abogado y voluntario de Mary’s Meals Borja Díez de Rivera, durante la presentación de la ponencia, titulada La caridad y el arte de vivir con generosidad. MacFarlane-Barrow relató la historia de Mary’s Meals, empezando por el viaje al santuario de Medjugorge que renovó la fe católica de su familia —su hogar en las montañas escocesas se convirtió en un albergue de peregrinos— y los primeros viajes en un camión cargado de alimentos como respuesta a las noticias de guerra que llegaban en 1992 desde los Balcanes.
«Para practicar bien la caridad, hemos de ser capaces de dar y recibir: el riesgo es vernos como superiores a aquellos a los que ayudamos», explicó, relatando la situación en los campos de refugiados en Bosnia, en los que encontraba a personas «mucho mejores que yo, pero que en ese momento necesitaban ayuda». El escocés insistió en que «cuanto más damos, más pacíficos y gozosos nos volvemos: más cercanos a aquello para lo que Dios nos creó».
MacFarlane-Barrow puso en valor el papel que la providencia divina ha jugado en su vida. «Nunca planeé hacer este trabajo, pero a menudo Dios llama a gente no cualificada a hacer el trabajo: Nuestro Señor es un Dios de sorpresas», señaló, y destacó que la historia de Mary’s Meals es hacer un llamado por las personas que sufren y verse «abrumados» por la bondad de la gente». «No creo que Dios nos vaya a abandonar nunca —añadió— cuando damos un paso adelante para ayudar, siempre nos dará lo necesario».

Una misión universal, dedicada a María

El fundador de Mary’s Meals relató también el encuentro que tuvo en 2002 con Edward, un niño de 14 años que vivía en Malawi y que le dijo que su aspiración era «tener suficiente comida y, un día, ir al colegio», un intercambio que encendió la chispa de la labor actual de la ONG. MacFarlane-Barrow destacó la importancia del compromiso y la implicación de las comunidades locales en el trabajo de la entidad, así como de la oración como paso previo a la acción.
También reflexionó sobre la relación entre Mary’s Meals y la fe cristiana que inspiró la misión. «Desde el principio sentimos que Dios quería que este trabajo fuera universal, que no estuviera limitado a los católicos, aunque nos inspiramos en la doctrina social de la Iglesia», añadió. Según relató MacFarlane-Barrow «todos están bienvenidos, pero nunca nos hemos avergonzado de contar a la gente que hacemos este trabajo en nombre de María, Madre de Jesús».

Manifiesto del congreso

El 25º Congreso Católicos y Vida Pública concluyó con la lectura del manifiesto que recoge las principales conclusiones del evento, titulado Vivir, compartir, anunciar. Evangelizar.
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