El Papa Francisco durante el rezo del Regina Coeli en la ventana del Palacio Apostólico
El Papa Francisco llama a detener la «espiral de violencia» que amenaza a Oriente Medio
El Pontífice ha reclamado el diálogo por la paz ante el ataque de Irán a Israel del pasado sábado, afirmando que «nadie debe amenazar la existencia de los demás»
«No más guerra, no más atentados, no más violencia, sí al diálogo y sí a la paz». Desde la ventana del Palacio Apostólico, el Papa Francisco ha clamado por la paz ante el ataque de Irán a Israel. El Pontífice, en el rezo del Regina Coeli del domingo, ha señalado que sigue «con preocupación y dolor» las noticias que llegan sobre el conflicto.
«Hago un llamamiento de corazón para detener la espiral de violencia con el riesgo de arrastrar a Oriente Medio a un conflicto bélico aún mayor. Nadie debe amenazar la existencia de los demás», ha declarado Francisco, señalando a quienes tienen responsabilidad en estos hechos.
El Santo Padre no se cansa de pedir por la paz en todos los rincones del mundo, siguiendo con especial atención el conflicto que ocurre en Tierra Santa. Allí, Irán lanzaba el pasado sábado decenas de drones y misiles balísticos. Israel, a través de sus defensas antiaéreas y su aviación, trataron de sofocar las tres oleadas del ataque.
Apostar por un alto el fuego
Ha pedido un diálogo para lograr la conciliación entre todos los implicados. «Que todas las naciones estén a favor de la paz. Israelíes y palestinos viven en dos Estados vecinos, uno al lado del otro y debería alcanzarse pronto un alto el fuego en Gaza, deberían seguirse con determinación las vías de la negociación», ha pedido.
En ese sentido, Francisco se ha reunido varias veces con familiares de rehenes de Hamás y de Israel, la última hace una semana en el Palacio Apostólico. Sobre ella, el ministro de Exteriores de Israel expresaba que el encuentro en primera persona con aquellos que sufren la guerra es una ayuda para que «vuelvan a casa», aunque la tregua estaría «condicionada a la liberación» de los secuestrados.
El Pontífice ha posado su mirada en la Franja de Gaza, pidiendo un alto en fuego en Gaza y apostando por continuar con las negociaciones. «Ayudad a esa población sumida en una catástrofe humanitaria», ha reclamado.
«¡Tanto sufrimiento, recemos por la paz!»
Igualmente, ha pedido la libertad inmediata de los rehenes. A todos los creyentes, como hace ante el estallido de cualquier conflicto, ha pedido que no dejen de pedir a Dios por el don de la paz.
Además de clamar por la paz, Francisco ha comentado el Evangelio del domingo, que llama a la importancia de «compartir la fe, lo más hermoso que tenemos que contar». Sin embargo, es algo de lo que, a veces, cuesta hablar.
«Cada uno de nosotros podría decir mucho a este respecto: no siendo un maestro para los demás, sino compartiendo los momentos únicos en los que percibimos al Señor vivo y cercano, en que encendió la alegría en nuestros corazones o secó nuestras lágrimas, en que transmitió confianza y consuelo, fuerza y entusiasmo, o perdón, ternura, paz», decía.
Para concluir, pidió a la Virgen María ayuda para que el compartir la fe haga de las comunidades «lugares de encuentro con el Señor».
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