Descubren que la testosterona podría no ser el principal factor en el declive sexual masculino

Los factores relacionados con la salud metabólica, incluso ligeros aumentos en los niveles de azúcar en sangre desempeñan un papel central en los cambios que experimentan los sistemas reproductivos y la función sexual de los hombres a medida que envejecen, según revela un estudio del Hospital Universitario de Münster (Alemania), desarrollado en el marco del proyecto FAME 2.0.

Los resultados fueron presentados en ENDO 2025, el congreso anual de la Endocrine Society celebrado en San Francisco, Estados Unidos. «Tradicionalmente, se ha considerado que la edad y la testosterona son las principales causas del deterioro de la salud sexual masculina. Sin embargo, nuestros hallazgos muestran que estas alteraciones están más estrechamente asociadas con variaciones moderadas en el metabolismo, como leves incrementos en la glucosa sanguínea», explicó Michael Zitzmann, médico y profesor en el Hospital Universitario de Münster.

Zitzmann subraya que este descubrimiento ofrece una perspectiva positiva: «Significa que los hombres pueden actuar para proteger o mejorar su salud sexual y reproductiva mediante cambios en el estilo de vida o tratamientos médicos adecuados».

La investigación se basa en un seguimiento prolongado de hombres sanos –sin antecedentes de diabetes, enfermedades cardíacas o cáncer– de entre 18 y 85 años. El estudio comenzó en 2014 con 200 participantes y finalizó en 2020 con 117. A lo largo del tiempo, se analizaron progresivamente sus parámetros hormonales, calidad del semen, función eréctil e indicadores metabólicos como el índice de masa corporal (IMC) y los niveles de HbA1c, que reflejan el promedio de glucosa en sangre.

Aunque los niveles hormonales y los parámetros del semen se mantuvieron, en general, dentro de los rangos considerados normales, sí se observó una reducción en la motilidad espermática y la función eréctil en aquellos hombres con niveles de HbA1c ligeramente elevados, aunque aún por debajo del umbral diagnóstico para la diabetes (6,5 %).

Además, el estudio concluyó que la testosterona no influye directamente en la función eréctil, pero sí guarda relación con el deseo sexual percibido por los participantes.

«Esperamos que estos datos ayuden a los médicos y pacientes a desarrollar estrategias eficaces para cuidar la salud sexual masculina», afirmó Zitzmann. «Lo más importante es que ahora sabemos que es posible conservar el bienestar sexual y reproductivo en los hombres, incluso con el paso de los años».