Virus Nipah
¿Qué es el virus Nipah al que la OMS considera «potencialmente pandémico»?
La muerte de un joven a causa del virus Nipah pone en evidencia el riesgo sanitario que representa este patógeno zoonótico sin tratamiento ni vacuna, con una tasa de mortalidad que puede alcanzar el 75 %
El fallecimiento de un joven a comienzos de este mes en un hospital de la India ha reactivado la alarma internacional en torno al virus Nipah, una enfermedad infecciosa de origen zoonótico que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede presentar tasas de mortalidad que oscilan entre el 40 % y el 75 %, dependiendo del contexto sanitario y de la capacidad de respuesta clínica. El paciente ingresó con un cuadro grave caracterizado por encefalitis aguda —una inflamación cerebral—, fiebre alta, vómitos, cefaleas intensas y episodios de pérdida de conciencia súbita que derivaron en coma.
Identificado por primera vez en 1998 en cerdos de la localidad malaya de Nipah —de donde toma su nombre—, este virus ha generado brotes recurrentes en Asia, particularmente en Bangladesh e India, aunque también se han documentado casos en Malasia y Singapur. Pese a su circulación limitada a ciertas zonas del continente asiático, su capacidad de transmisión entre humanos y su alta letalidad han llevado a que sea incluido por la OMS en la lista de patógenos con mayor potencial epidémico, junto con otros como el virus Zika o la fiebre de Lassa.
¿Qué es el virus Nipah?
El virus Nipah (NiV) se transmite principalmente desde animales a humanos. Los principales reservorios naturales son los murciélagos frugívoros y los cerdos. La transmisión puede producirse por contacto con orina, secreciones o tejidos de animales infectados, aunque también se han documentado contagios a través del consumo de frutas contaminadas por fluidos de murciélagos. Aunque durante años se consideró que no existía evidencia de transmisión directa entre personas, investigaciones realizadas en Bangladesh a lo largo de más de una década demostraron lo contrario: los cuidadores y cónyuges de pacientes afectados mostraron un mayor riesgo de contagio, especialmente en contextos de exposición prolongada a fluidos corporales.
¿Qué síntomas presenta?
Los síntomas del virus Nipah pueden variar considerablemente: en algunos casos, la infección pasa inadvertida por la ausencia de síntomas; en otros, se manifiesta con un cuadro clínico grave que incluye fiebre, dolor de garganta, vómitos, cefalea, signos meníngeos, encefalitis, mioclonías y coma. La OMS ha señalado que el período de incubación de la enfermedad puede ir de 4 a 14 días, aunque en determinados casos se ha extendido hasta los 45 días.
En la actualidad, no existen tratamientos antivirales específicos ni vacunas aprobadas para el virus Nipah. El manejo clínico se limita al tratamiento sintomático y al soporte vital, incluyendo hidratación y monitorización intensiva. En consecuencia, las estrategias de contención se centran en la prevención del contagio, el control de los brotes y una vigilancia epidemiológica estricta. De hecho, la enfermedad está catalogada como de declaración obligatoria en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), lo que implica un seguimiento riguroso en los países donde se han registrado brotes.
Aunque su propagación ha sido hasta ahora esporádica y geográficamente restringida, la comunidad científica advierte del peligro potencial de una expansión más amplia en un futuro. Por ello, la OMS actualiza periódicamente la lista de enfermedades prioritarias, teniendo en cuenta tanto el riesgo sanitario como la ausencia de medidas terapéuticas efectivas. Esta vigilancia es clave para anticiparse a posibles crisis sanitarias, especialmente en un mundo globalizado donde los brotes infecciosos pueden cruzar fronteras en cuestión de horas.