¿Por qué el calor nos pone de mal humor? Tiene una explicación

España atraviesa la primera ola de calor del verano. Prácticamente todas las comunidades han activado avisos por temperaturas muy altas estos últimos días, siete de ellas en nivel naranja (riesgo importante), ya que se superarán los 40 ºC.

Se espera que en los próximos días las temperaturas continúen altas, con calor intenso en el centro y sur de la Península. No obstante, la llegada de un frente podría provocar un descenso de valores para el fin de semana en el Cantábrico, que podría extenderse hacia otras zonas.

Cómo nos afecta el calor

Uno de los grandes miedos ante una ola de calor son los golpes de calor, un aumento brusco y sostenido de la temperatura corporal. Cuando el cuerpo supera una temperatura superior a 40º C, el sistema nervioso central comienza a producir alteraciones para ajustar los valores del cuerpo y, si no se toman las medidas oportunas, la persona que lo padece puede fallecer.

Pero el calor no solo afecta a nuestra salud física, sino también a la mental. Y es que los días de calor solemos estar más irascibles y de peor humor pero, ¿por qué?

Cuando las temperaturas son elevadas, el cuerpo trabaja intensamente para mantener su temperatura interna estable, lo que puede generar fatiga y malestar. Este esfuerzo adicional puede activar el sistema nervioso simpático, asociado con respuestas de estrés y ansiedad, lo que puede aumentar la irritabilidad y el mal humor. Además, el calor extremo puede afectar la producción de neurotransmisores clave como la serotonina y la dopamina, que regulan el estado de ánimo. Una disminución en estos neurotransmisores puede llevar a cambios emocionales negativos, incluyendo irritabilidad y ansiedad.

Por otro lado, diversos estudios han señalado que las altas temperaturas pueden aumentar la agresividad y reducir comportamientos prosociales. Por ejemplo, se ha observado que en días calurosos hay un aumento en las expresiones de odio en redes sociales y en la incidencia de comportamientos violentos.

El calor y el sueño

Y un factor clave es el sueño. Cuando el calor no nos deja dormir, la falta de descanso afecta negativamente al estado de ánimo y a nuestra capacidad de manejar el estrés.