Un bebé durmiendo

Un bebé durmiendo

Cuando soñamos, ¿nuestro cerebro se despierta?

Los sueños también ocurren en las fases NREM donde la actividad cerebral se asemeja más a la vigilia

Un equipo internacional de científicos ha logrado un hito en el estudio de la mente humana al desarrollar la mayor base de datos jamás recopilada sobre la actividad cerebral durante el sueño y los reportes subjetivos de sueños. Esta iniciativa, bautizada como DREAM – EEG de Sueños y Mentación, ofrece una plataforma sin precedentes para investigar las experiencias oníricas y su relación con la consciencia.

El sueño ocupa aproximadamente un tercio de la vida de un adulto sano, y buena parte de ese tiempo está marcado por la ocurrencia de sueños, es decir, experiencias conscientes subjetivas. Tradicionalmente, se ha asociado el soñar a la fase REM –movimiento ocular rápido–, cuando el cerebro muestra una actividad intensa similar a la vigilia. No obstante, uno de los primeros hallazgos de DREAM desmonta esa visión clásica: los sueños no son exclusivos de la fase REM, sino que también pueden manifestarse durante el sueño NREM, caracterizado por ser más profundo y calmado.

De forma sorprendente, los datos recabados revelan que, cuando se presentan sueños en etapas NREM, la actividad cerebral registrada guarda una similitud llamativa con los patrones observados en estado de vigilia, como si el cerebro estuviera «parcialmente despierto». Este hallazgo, publicado en la revista Nature Communications, sugiere que los mecanismos cerebrales responsables de generar sueños pueden activarse incluso en fases que tradicionalmente se consideraban incompatibles con experiencias conscientes.

DREAM representa una herramienta revolucionaria para los estudios del sueño y la consciencia. La base de datos integra más de 2.600 despertares de 505 participantes procedentes de 20 estudios distintos, con registros realizados mediante técnicas como la electroencefalografía (EEG) y la magnetoencefalografía (MEG), además de incluir los correspondientes informes subjetivos de los sueños.

Inteligencia artificial

Además de la amplitud de la muestra, uno de los aspectos más innovadores del proyecto reside en la aplicación de algoritmos de inteligencia artificial al análisis de los datos. Gracias a estos modelos, los investigadores pudieron predecir si una persona estaba soñando antes de ser despertada, en función de los patrones de actividad cerebral observados. Estos resultados abren la puerta a futuros desarrollos que permitan determinar no solo si se está soñando, sino incluso identificar el tipo de experiencia onírica vivida.

Giulio Bernardi, de la Escuela IMT de Estudios Avanzados de Lucca (Italia) y uno de los principales impulsores de esta base de datos, subraya el valor de esta iniciativa como un avance decisivo en el estudio científico de la consciencia: «El trabajo presentado en el artículo, coordinado por la Universidad de Monash (Australia), fue resultado de los esfuerzos de 53 autores de 37 instituciones en 13 países, y representa un paso decisivo en la exploración científica de la conciencia humana al reunir y hacer disponibles décadas de investigación sobre los sueños en un solo lugar».

El interés por los sueños no es nuevo: desde el Egipto faraónico hasta la antigua Grecia, pasando por Mesopotamia, los sueños han sido considerados mensajes divinos, señales de advertencia o símbolos por descifrar. Sin embargo, en la actualidad, su estudio adquiere un enfoque científico riguroso, con aplicaciones clínicas (como el análisis de trastornos del sueño como el sonambulismo), cognitivas (en campos como el aprendizaje y la memoria) y fundamentales (en la búsqueda de los correlatos neuronales de la consciencia).

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