Una buena alimentación es básica para reponerse de un resfriado

Una buena alimentación es básica para reponerse de un resfriadoGTRES

Los 14 alimentos eficaces para combatir resfriado y gripe

Fiebre, dolor de garganta, mucosidad y tos, son síntoma comunes del resfriado, gripe o coronavirus, enfermedades virales en las que los antibióticos no tienen cabida y en las que es el propio sistema inmunológico el que tiene que vencer a la enfermedad. Paciencia y una buena alimentación se vuelven fundamentales para fortalecer el organismo que busca los anticuerpos capaces de restablecer el equilibrio.
Fiebre, dolor y fatiga, son los síntomas de la enfermedad y signos de que el sistema inmunológico está haciendo su trabajo. Jenna Macciochi, profesora titular de inmunología en la Universidad de Sussex y autora del libro Your Blueprint for Strong Immunity, asegura, en un artículo en Daily Mail, que cuando se está enfermo, el sistema inmunológico requiere recursos y tiempo: «Recursos significa centrarse en una dieta saludable, dormir y descansar lo suficiente y no tener demasiado estrés, algo que en conjunto ayuda a equipar su sistema inmunológico para combatir los patógenos, aliviar los síntomas y restaurar su salud». Además, la inmunóloga explica que el tiempo es crucial: «Cuando nos infectamos, el sistema inmunitario busca los anticuerpos y células T, –especializadas en buscar y destruir patógenos–, para seleccionar aquellas capaces de unirse a ese virus específico». Esta es la razón por la cual síntomas, como la fiebre, un efecto secundario del sistema inmunitario haciendo su trabajo, pueden comenzar días o semanas después de haber sido infectado.

Aliviar los síntomas

La doctora Macciochi explica que el apetito se suprime naturalmente cuando estamos enfermos como un mecanismo de protección para conservar la energía utilizada por el sistema digestivo. Hay varios nutrientes que pueden aliviar los síntomas y ayudar a acortar los tiempos de la enfermedad:
  • Pollo, nueces y legumbres: La carne de pollo es una fuente rica en los aminoácidos glutamina y arginina que también se pueden encontrar en nueces, frijoles y legumbres.
  • Frutas cítricas y bayas enteras: Comer alimentos ricos en vitamina C, como frutas cítricas y bayas como la grosella, o complementar con hasta 1 g al día puede reducir la duración y la gravedad de los síntomas. Maximice los beneficios comiendo frutas enteras porque los compuestos beneficiosos como la quercetina a menudo se encuentran en la pulpa y el corazón blanco de las frutas con alto contenido de vitamina C y, al actuar con la vitamina, apoyan la respuesta inmunológica.
  • Mariscos y nueces: El zinc es un nutriente clave para combatir las infecciones y se encuentra en la carne, las aves, los mariscos, las nueces y las semillas. Tomar pequeñas dosis suplementarias durante el día (dosis diaria total de 10-40 mg) puede reducir sustancialmente la duración de los resfriados comunes.
  • Cebolla: Tome el flavonoide quercetina, presente en frutas y verduras en especial en la cebolla al mismo tiempo porque ayuda a que el zinc ingrese a sus células y tiene sus propias propiedades antivirales.
  • Nueces de Brasil y vísceras: La falta de selenio permite que los patógenos muten e infecten por más tiempo, por lo que un suplemento puede ser útil para las personas mayores y las personas en riesgo. Las nueces de Brasil, los mariscos y las vísceras son las fuentes más ricas.
  • Bayas: Los polifenoles (compuestos vegetales beneficiosos) de color rojo intenso y morado que se encuentran en las bayas están llenos de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, pero también muestran propiedades antivirales.

Antimicrobianos naturales

Cuando se trata de infecciones menores, existen algunos antimicrobianos naturales que han demostrado ser efectivos para combatir los patógenos:
  • El aceite de orégano contiene carvacrol y timol, dos poderosos compuestos antibacterianos. Busque aceite de grado terapéutico de un herbolario de confianza y tome una o dos gotas al día durante 14 días.
  • Miel: Se ha demostrado que la miel es una mejor alternativa a los medicamentos de venta libre para tratar el dolor de garganta y la tos en los niños. Tome 2,5 ml al día cuando esté enfermo; mezclar con limón y jengibre para un elixir calmante. La miel de manuka es una rica fuente de antimicrobianos, con creciente evidencia científica para curar heridas.
  • El ajo contiene compuestos como la alicina, que tienen efectos antimicrobianos para tratar y prevenir los virus de las vías respiratorias superiores. Un estudio mostró que un diente crudo y triturado activa genes relacionados con la función inmunológica (necesitamos tres veces más ajo cocido que algunos fitonutrientes reducen al cocinar). Picar o triturar y dejar actuar unos minutos para que se produzca la reacción que genera la alicina.
  • Cúrcuma: los curcuminoides activos en la cúrcuma tienen propiedades antivirales y antibacterianas. Tu cuerpo absorbe hasta un 2000 % más cuando la cúrcuma se combina con una pizca de pimienta negra. Los suplementos se pueden tomar en dosis de 500 mg dos veces al día para reducir la inflamación.
  • Carne, los derivados de la soja, las semillas de girasol y cereales integrales: La acetilcisteína es un derivado de aminoácido que interfiere con la replicación viral y ayuda a diluir las secreciones mucosas, para que el cuerpo pueda eliminarlas fácilmente; 600 mg dos veces al día es eficaz para reducir los síntomas virales respiratorios. Los alimentos que aportan pequeñas cantidades son, además de la carne, los derivados de la soja, las semillas de girasol y los cereales integrales.
  • Jengibre, cardamomo, eucalipto y clavo, agregados a la cocina o las bebidas, interfieren con el proceso por el cual los gérmenes se comunican entre sí y, por lo tanto, ayudan a aliviar el dolor y la inflamación.
  • Setas: Los hongos y las levaduras ofrecen propiedades antimicrobianas. Trate de comer más hongos en períodos de mayor estrés, riesgo de infección o ante la primera señal de un resfriado u otra infección menor.
  • Leche: Se ha demostrado que la suplementación regular con lactoferrina (una proteína en la leche), de 600 mg a 2 g al día, previene los resfriados y los síntomas relacionados con el resfriado.
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