El misterioso brote de coronavirus en plena Antártida

Un grupo de científicos ha sufrido un brote de coronavirus en sus instalaciones y 16 de sus 25 trabajadores han contraído el virus. Esta noticia no tendría más recorrido si no fuera porque se trata de los empleados de la estación polar Princess Elisabeth, en una de las zonas más remotas del mundo, y no se explican cómo se ha podido producir.

«La situación no es dramática», ha explicado a la BBC Joseph Cheek, director del proyecto, «si bien ha sido un inconveniente tener que poner en cuarentena a ciertos miembros del personal que contrajeron el virus».

«A todos los vecinos de la estación se les ofreció la oportunidad de partir en un vuelo programado el 12 de enero. Sin embargo, todos manifestaron su deseo de quedarse y continuar con su trabajo», ha asegurado.

Más allá de la infección, los responsables de la estación están desconcertados ya que la base se encuentra a 200 kilómetros de la costa en la Tierra de la Reina Maud, una de las regiones más inhóspitas de la tierra, y no saben cómo se ha podido producir el contagio. Todos los trabajadores están vacunados y se hacen pruebas antes de llegar al lugar.

Ya el pasado año, militares chilenos de la base de investigación Bernardo O’Higgins fueron infectados por coronavirus después de tener contacto con los marineros de un barco de suministros que estaban contagiados.