La aparición de estas secuelas pueden afectar al habla
Esta infección común podría ser un factor de riesgo de la parálisis facial
La mayoría de los pacientes que se resfrían se recuperan en un plazo de cuatro a ocho semanas
Una infección de las vías respiratorias superiores, producida por virus respiratorios como el del resfriado común, constituye un factor de riesgo para la aparición de la parálisis de Bell, la parálisis del nervio facial más frecuente, según ha explicado la doctora Belén Alonso, directora del nuevo Grupo de Trabajo de Rehabilitación en la Parálisis Facial de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).
La experta ha explicado que la parálisis facial consiste en la pérdida completa o parcial del movimiento voluntario de los músculos de la cara. Esta puede producirse por lesiones en el sistema nervioso central y en el propio nervio facial. Normalmente, las personas que padecen esta enfermedad pierden la movilidad de un lado de la cara.
La parálisis facial periférica se produce por la lesión del séptimo par craneal, que es el nervio encargado de las expresiones faciales, llamado nervio facial. La doctora Alonso ha apuntado que aproximadamente «el 70 u 80 % de las parálisis faciales tienen causa desconocida. No obstante, se sospecha una etiología viral».
Motivos de la enfermedad
Aunque existen múltiples causas que pueden afectar al nervio facial a lo largo de todo su recorrido desde su salida del tronco cerebral hasta la cara, provocando una parálisis facial, «la forma más frecuente (en el 80 % de los casos) es la parálisis facial de Bell».
Aunque su causa exacta es desconocida, se cree que puede deberse a una inflamación del nervio producida por virus de la familia herpes simple. Esta enfermedad supone un factor de riesgo el embarazo –especialmente durante el tercer trimestre, o en la primera semana después del parto–.
En este contexto, la doctora Eishe Abdel-Muti, secretaria del Grupo de Trabajo de Rehabilitación en la Parálisis Facial, ha afirmado que actualmente un 20 % de las parálisis faciales periféricas se debe a otras causas como traumatismos, tumores, enfermedades autoinmunes y enfermedades neurológicas.
Atento a estos síntomas
Las dos doctoras han apuntado que antes de la parálisis puede presentarse un cuadro catarral banal y dolor más o menos intenso en la región retroauricular –detrás de la oreja–. «Su comienzo suele ser súbito», aclaran. Pocas horas después, la parálisis facial se manifiesta como una asimetría evidente de la cara, tanto en reposo como en movimiento, con dificultad para elevar las cejas, cerrar los ojos o sonreír.
Aunque una parálisis asusta, la mayoría de los pacientes que sufren este tipo se recuperan en un plazo de cuatro a ocho semanas. No obstante, el 20 % o 30 % de las personas que sufren esta enfermedad no logra recuperarse del todo porque sufren secuelas, como lo son la debilidad de los músculos faciales del lado afectado por la parálisis o movimientos involuntarios.
Las doctoras han puesto el foco en que la aparición de estas secuelas pueden afectar al habla y la pronunciación, dificultando la comunicación, y alterar funciones tan básicas como beber o masticar.