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20 de abril de 2024

03/Junio/2016 Madrid, Arganda del Rey.
Álvaro, enfermo de atrofia muscular espinal, da sus primeros pasos gracias al primer exoesqueleto diseñado para niños en el Centro de Automática y Robótica, CAT, del CSIC.

© JOAN COSTA

Álvaro, enfermo de atrofia muscular espinal, da sus primeros pasos gracias un exoesqueleto

El primer exoesqueleto infantil del mundo es del CSIC y llegará a familias de toda España

Estos novedosos mecanismos mejoran la autoprotección de los pequeños, su confianza, su sociabilidad, su motivación y su autonomía para realizar actividades cotidianas

Cuando un niño padece parálisis cerebral, el daño que previamente ha sufrido desemboca en enormes dificultades para controlar sus músculos y movilidad. Depende de la gravedad de las lesiones cerebrales que se hayan producido, podrá a llegar a ponerse de pie y andar o, por el contrario, depender de aparatos. Gracias a la ciencia y al desarrollo, España ha creado el primer exoesqueleto infantil del mundo.
Este prestigioso artilugio, llamado Atlas 2030 y creado por un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), llegará a familias con hijos con parálisis cerebral de todo el país a través de un acuerdo de colaboración entre la Confederación Aspace y la empresa tecnológica Marsi Bionics. Se trata de la tecnología más avanzada para la atención de la marcha en los menores con esa pluridiscapacidad.
El acuerdo entre Aspace, que representa al movimiento asociativo de familias de personas con parálisis cerebral, y Marsi Bionics, un spin off del CSIC fundado por García Armada, supone el compromiso de implantar 17 exoesqueletos pediátricos en centros de rehabilitación, de educación especial y de atención temprana.
Tal y como señala un comunicado, para lograrlo, ambas entidades realizarán acciones conjuntas con la finalidad de «atraer la inversión necesaria», tanto en convocatorias de ayudas y subvenciones públicas como a través de la financiación privada de mecenazgo solidario.

Una «gran revolución»

El exoesqueleto Atlas 2030, nacido de la investigación pública y con patente del CSIC, es un dispositivo que se adapta al cuerpo permitiendo que menores que no han caminado nunca se pongan de pie y se desplacen por cualquier espacio.
Esto supone «una revolución» en el concepto de la rehabilitación que genera importantes beneficios físicos y un cambio a nivel psicológico. En este sentido, estos novedosos mecanismos mejoran la autoprotección de los pequeños, su confianza, su sociabilidad, su motivación y su autonomía para realizar actividades cotidianas, agrega la nota.
El dispositivo es un armazón conectado a una batería y a una red de sensores que funcionan como articulaciones mecánicas ajustables al cuerpo de pacientes entre 3 y 8 años, y adaptados a sus movimientos. Algo menos de diez minutos son suficientes para que el pequeño usuario pueda caminar y facilitar, por tanto, el desarrollo de una terapia de rehabilitación neuromuscular.
García Armada considera este acuerdo una meta histórica y ha recordado que desde la fundación de Marsi Bionics el objetivo ha sido democratizar el acceso a esta tecnología.
«De nada sirve crear una herramienta que ayuda tanto a las familias si no logramos que puedan utilizarla. Gracias a la Confederación Aspace –dice– vamos a lograr que cientos de familias en toda España puedan beneficiarse de ella».
Para la presidenta de Confederación Aspace, Manuela Muro, el acuerdo es un primer paso para hablar de «empoderamiento temprano y ejercicio de derechos» de los menores con parálisis cerebral.
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