¿Quiénes son más generosos, los de izquierdas o los de derechas? Depende de la situación

¿Está directamente relacionada la ideología con la generosidad? Con esta duda en el horizonte, un equipo de investigadores de la Escuela IMT de Estudios Avanzados de Lucca, la Universidad Ca' Foscari de Venecia y la Universidad de Milán Bicocca planteó a casi 50.000 personas de 68 países una serie de preguntas con el objeto de establecer conexiones entre ambos campos.

Los autores, que realizaron la encuesta en abril y mayo de 2020 y acaban de publicar sus conclusiones en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), dividieron el sondeo en dos ejes centrales. Por un lado, pidieron a los participantes que identificaran su orientación política en una escala de 0 (muy de izquierda) a 10 (muy de derecha). Por el otro, les plantearon una tarea de donación que les sirvió para comprobar por qué tipo de organización se inclinaban, si a una nacional o a una internacional.

«Al analizar las respuestas, descubrimos que las personas que se identifican con ideologías de izquierda son más propensas a donar en general y también más propensas a ser generosas a nivel internacional, mientras que aquellas de derechas son más propensas a donar a nivel nacional. Estos hallazgos son muy consistentes y se han verificado para excluir otros factores que podrían haber influido en las respuestas», explican los autores, que también vieron derribadas algunas de sus hipótesis iniciales.

«Por ejemplo, dado que la encuesta se realizó durante la pandemia de covid, las personas de tendencia de derechas podrían haber demostrado ser menos generosas con las organizaciones benéficas de la covid-19 solo porque era menos probable que creyeran que la covid-19 era una gran amenaza. Pero éste no era el caso», apuntan.

Además de estas, los investigadores constataron una tercera variable: la relación entre el nivel de generosidad y la calidad de las instituciones. De esta forma, atestiguaron que en países con gobernabilidad óptima, las personas tendían a aumentar el interés propio (lo que los de derechas hacían «más rápido») y a disminuir la generosidad nacional (un cambio, por el contrario, «más lento» en el caso de las personas conservadoras).