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La covid persistente puede afectar a la fatiga y la calidad de vida más que algunos cánceres
Además de fatiga, los pacientes suelen experimentar disnea, ansiedad, depresión y confusión cerebral
Desde el año 2020 todas las personas conocen el coronavirus, pero muy pocos la covid persistente, una afección presente en personas que se han infectado por el virus del coronavirus. Esta nueva enfermedad, de la que aún no se tienen datos multitudinarios, no tienen nada que ver con la gravedad del paciente.
Los investigadores del University College de Londres (UCL) y la Universidad de Exeter, en Reino Unido, han dirigido un nuevo estudio enfocado a esta patología. En él han visto que la fatiga es el síntoma que más afecta a la vida diaria de los pacientes con coronavirus, y puede afectar a la calidad de vida más que algunos tipos de cáncer.
La investigación, publicada en BMJ Open y financiada por el Instituto Nacional de Salud e Investigación Sanitaria (NIHR), examina el impacto de la covid larga en las vidas de más de 3.750 pacientes que fueron remitidos a una clínica especializada y utilizaron una aplicación digital como parte de su tratamiento NHS para la condición.
Para poder realizar el estudio, se pidió a los pacientes que completasen cuestionarios en la aplicación sobre cómo les estaba afectando la covid persistente, teniendo en cuenta el impacto de la misma en sus actividades cotidianas, los niveles de fatiga, depresión, ansiedad, disnea, niebla cerebral y su calidad de vida.
Los investigadores descubrieron que muchos pacientes con covid de larga duración estaban gravemente enfermos y, de media, presentaban puntuaciones de fatiga peores o similares a las de las personas con anemia relacionada con el cáncer o enfermedad renal grave. Sus puntuaciones de calidad de vida relacionada con la salud también eran inferiores a las de las personas con cánceres metastásicos avanzados, como el de pulmón en estadio IV.
En general, el equipo descubrió que el impacto de la covid larga en las actividades cotidianas de los pacientes era peor que el de los pacientes con ictus y comparable al de los pacientes con enfermedad de Parkinson.
El doctor Henry Goodfellow, que codirigió el estudio junto con la fallecida profesora Elizabeth Murray, ambos del Instituto de Epidemiología y Salud de la UCL, explica que hasta alrededor del 17 % de las personas que padecen coronavirus «acaban desarrollando Covid prolongada». Sin embargo, «no se conoce del todo el impacto de esta enfermedad» en la vida cotidiana de los pacientes.
Nuestros resultados han revelado que la covid prolongada puede tener un «efecto devastador en la vida de los pacientes», añade. Además, según aclara el doctor, la fatiga es lo que más repercute en todo, desde las actividades sociales hasta el trabajo, las tareas domésticas y el mantenimiento de las relaciones íntimas.
La covid persistente no sólo afecta negativamente a la vida de los pacientes a nivel individual, sino que los investigadores también creen que podría tener un importante impacto económico y social en el país.
Para ser remitido a una clínica de covid larga, un paciente debe haber tenido síntomas acordes con esta dolencia durante al menos 12 semanas después de una infección aguda.
Más del 90 % de los pacientes con covid prolongada que utilizaron la aplicación estaban en edad laboral (18-65 años) y el 51% declararon que habían sido incapaces de trabajar durante al menos un día en el mes anterior, con un 20 % incapaces de trabajar en absoluto.
El 71 % de los pacientes eran mujeres. Dado que las mujeres en edad laboral constituyen la mayoría del personal sanitario y social, el impacto de covid prolongado en su capacidad funcional puede añadir presiones adicionales a unos servicios ya de por sí al límite de su capacidad.
El doctor Goodfellow espera que una mayor comprensión de los síntomas y el impacto de la covid persistente en estos pacientes ayudará al NHS y los responsables políticos para «orientar los recursos limitados mediante la adaptación de los servicios existentes» y el diseño de otros nuevos para satisfacer mejor las necesidades de los pacientes con covid largo.
Según la Oficina de Estadísticas Nacionales, alrededor de 1,4 millones de personas en el Reino Unido tenían síntomas de covid larga en julio de 2022. Además de fatiga, los pacientes suelen experimentar disnea, ansiedad, depresión y confusión cerebral.
Sin embargo, este es el primer estudio que informa sobre el impacto de la afección en el funcionamiento cotidiano y la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes que han sido remitidos a rehabilitación especializada en clínicas de covid persistente en toda Inglaterra.
Goodfellow destaca que estos resultados «demuestran que la fatiga debe ser un aspecto importante de la atención clínica y el diseño de los servicios de rehabilitación. Los servicios de evaluación post-covid deberían considerar la posibilidad de centrarse en la evaluación y el tratamiento de la fatiga para maximizar la recuperación y la reincorporación al trabajo de los enfermos de covid larga», añade.
Por su parte, el coautor, el profesor William Henley, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, subraya que esta investigación ha revelado que la covid persistente puede dejar a las personas «con peor fatiga y calidad de vida que algunos tipos de cáncer, y, sin embargo, el apoyo y la comprensión no están al mismo nivel». Por ello, pide más investigación para así desarrollar servicios basados en la evidencia para apoyar a las personas que tratan de manejar esta nueva condición debilitante.
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