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29 de abril de 2024

Un hidroavión trabaja en la extinción del incendio forestal en La Orotava, Tenerife

Un helicóptero trabajaba en la extinción del incendio de Tenerife el pasado agostoEuropa Press

¿Por qué el incendio de Tenerife ha resurgido más de un mes después?

Pedro Martínez, jefe de las Brigadas Forestales del Cabildo, explicó el miércoles las claves

El fantasma de la tragedia que asoló Tenerife este verano ha vuelto a oscurecer esta semana el cielo de la isla. Más de un mes después de que los servicios de emergencia dieran por controlado el fatídico incendio que arrasó 15.000 hectáreas y dejó pérdidas por valor de 80,4 millones de euros, el Cabildo declaró este miércoles su reactivación y obligó a desalojar a más de 2.500 personas de las poblaciones cercanas. El balance de daños, afortunadamente, es por el momento bajo, de apenas unas decenas de hectáreas, y las instituciones confían en una pronta estabilización en virtud de unas condiciones meteorológicas que se esperan favorables. Pero la pregunta es indefectible: ¿cómo puede reactivarse un incendio cinco semanas después de su contención?
La clave la aportó ayer, miércoles, Pedro Martínez, jefe de extinción de las Brigadas Forestales del Cabildo, al dar parte de la emergencia. «En general, los incendios los damos por extinguidos entre dos y tres meses más tarde, lo que tiene que ver con la llegada de la época de lluvias del otoño», explicó.
El incendio de Tenerife y su evolución

El incendio de Tenerife y su evoluciónKindelan

Altas temperaturas y vientos

La llegada de una ola de calor como la que recorre buena parte del país, también Canarias, y la previsión de vientos descendentes han imprimido un giro inesperado de los acontecimientos.
Según detalló Martínez, desde finales de agosto, cuando el incendio se dio por controlado, se han producido «muchísimas reproducciones», con un promedio aproximado de «una cada dos o tres días». Esos focos, precisó, proceden «o bien de fugas del subsuelo, o bien de grandes árboles que van quemando su interior y que cuando salen fuera empiezan a arder o caen». Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido el miércoles, las condiciones más frías de septiembre habían impedido una rápida evolución desfavorable. El episodio de altas temperaturas, por el contrario, ha multiplicado los focos, lo que, unido a los vientos adversos, ha dado lugar a un caldo de cultivo perfecto para que se propaguen las llamas.

En general, los incendios los damos por extinguidos entre dos y tres meses más tardePedro MartínezJefe de extinción de Brigadas Forestales del Cabildo de Tenerife

«Hay zonas a las que los bomberos no podemos acceder porque son peligrosos y las ramas de los árboles, que siguen quemándose, pueden caer en cualquier momento», explicó Martínez respecto al factor humano.
Pero con unas temperaturas de hasta 30 ºC y una humedad por debajo del 10 %, las cosas se complican aún más. «Mientras esto siga así, la realidad es que, al estar el terreno o un árbol caliente, basta que entre un poco de oxígeno para que, potenciado por las altas temperaturas que desecan el entorno, se propaguen las llamas». Los próximos nueve días, cuya previsión meteorológica está marcada por el mercurio alto y la humedad baja, serán críticos en caso de que el viento juegue en contra y avive el fuego.
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