Especialista en el laboratorio realizando experimentos
Esta es la especialidad médica que más puede beneficiarse de la IA en tratamiento y diagnóstico
En los últimos cinco años, ha aumentado en más de un 600 % el número de dispositivos médicos de aprendizaje automático aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos
Hace unos años nos extrañaba que un objeto no humano pudiese hacer las mismas actividades. De hecho, pensábamos que nunca llegaría. Sin embargo, ha llegado ha ido más allá: ha acaparado el campo de la medicina. Según el último informe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. existen ya más 520 dispositivos médicos de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático aprobados para su utilización en esta área.
De ellos, un 34 % están destinados específicamente para su utilización en enfermedades del sistema nervioso central y un 37 % pueden tener aplicación útil en Neurología. Esto hace que la especialidad que trata el sistema nervioso, junto con Radiología (sobre todo en el campo de la Oncología) y Cardiología sean las especialidades médicas que más podrían beneficiarse de la aplicación de la IA en el diagnóstico, pero también en el tratamiento de enfermedades.
El doctor José Miguel Láinez, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), asegura que la irrupción de ChatGPT a finales de noviembre de 2022 ha supuesto un antes y un después en el concepto que la sociedad tiene de la IA y de su enorme potencial en todos los ámbitos de la vida. En Medicina, y más concretamente en especialidades como la Neurología, «la IA lleva años de investigación y muestra de ello es un número creciente de publicaciones científicas que se publican y se presentan cada año», explica.
«Lo que está claro», prosigue, es que GPT y otros grandes modelos de lenguaje, englobados dentro del término IA generativa, «han abierto oportunidades de investigación, desarrollo e innovación en el ámbito clínico inimaginables hasta hace unos meses».
Al hilo, el doctor David Ezpeleta, secretario de la Sociedad Española de Neurología (SEN), explica que hace unos años «eran fundamentalmente máquinas de predecir» basadas en aprendizaje automático y aprendizaje profundo cuyas aplicaciones se clasificaban en diagnósticas (reducción del tiempo de interpretación de pruebas diagnósticas); pronósticas; y terapéuticas (ensayos clínicos basados en IA y aceleración del descubrimiento de nuevos tratamientos).
Sin embargo, «existen numerosas soluciones en desarrollo». Por ejemplo, apunta el doctor Ezpeleta, el diagnóstico se dispone «de sistemas de análisis automático de la imagen por tomografía computarizada sin contraste» cuya labor es detectar el cierre del flujo sanguíneo. Por otro lado, en el campo del pronóstico y la predicción, existen dispositivos portátiles capaces de predecir la aparición de una crisis de migraña o de epilepsia. Por último están las aplicaciones del tratamiento, donde la IA ha descubierto fármacos biológicos.
La FDA pionera de la IA
La FDA ha sido pionera mundial de la regulación de tecnologías de IA en la atención sanitaria. De hecho, según sus cálculos, en los últimos cinco años, ha aumentado en más de un 600 % el número de dispositivos médicos de IA y aprendizaje automático aprobados la agencia reguladora. Asimismo, los especialistas esperan que estas aplicaciones clínicas aumenten de forma exponencial en todo el mundo.
«Debe tenerse especialmente en cuenta que la IA generativa no solo es GPT», señala el secretario de la SEN. Realmente, afirma, esta herramienta servirá para añadir nuevas aplicaciones al catálogo actual.
A día de hoy, afirma el doctor Ezpeleta, los investigadores están trabajando en sistemas que «son capaces de entender la conversación entre paciente y médico». Esto hará que el facultativo no tenga que apuntar nada en el ordenador. Solo le bastará con aprestar atención al paciente y hablar con él cara a cara. A medida que se vaya desarrollando la conversación, la máquina tomará nota de todo. Posteriormente, el especialista completará y revisará la información.
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