Una joven abraza a su perro
Día Mundial del Bienestar Mental de los Adolescentes
Los animales de compañía contribuyen a mejorar el bienestar emocional de los jóvenes
Para Noa y María, la convivencia y el vínculo creado con sus mascotas ha sido una parte fundamental a la hora de recuperarse de sus difíciles problemas
Convivir con un perro o un gato contribuye a mejorar la salud emocional de los más jóvenes. Así lo afirma la Fundación Affinity que, con motivo del Día Mundial del Bienestar Mental de los Adolescentes, que se celebra este 2 de marzo, quiere destacar la importancia del vínculo con los animales de compañía a la hora de consolidarlos como fuente de apoyo social inagotable para las personas. Y es que según el Barómetro Juvenil 2023. Salud y Bienestar de la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud, casi el 60 % de los españoles de entre 15 y 29 años afirma haber experimentado problemas de salud mental en el último año.
Con el objetivo de concienciar acerca de los beneficios de los animales sobre la salud emocional de los adolescentes y concretamente, sobre el rol de los perros y los gatos como fuente de apoyo social, la Fundación Affinity ha querido dar a conocer las historias de Noa y María, dos jóvenes para las que la convivencia y el vínculo creado con sus animales ha sido una parte fundamental a la hora de recuperarse de los difíciles problemas a los que se enfrentaron durante su adolescencia.
Noa tiene actualmente 17 años y sufrió bullying al inicio de su adolescencia, lo que derivó en una espiral de autolesiones que culminaron en dos intentos de suicidio. La relación con sus perros Gaspar y Valder fue vital a la hora de superar este momento tan complicado de su vida: «Gaspar era para mí como un diario; sentía que le contaba lo que me pasaba, como si escribiera, y que no me juzgaba. Valder, desde el principio me hizo sentir muy especial, me alegra el día y hace que me levante de buen humor. Los dos han sido clave para salir de ese bucle de malestar y ahora me veo mucho mejor», explica. Noa también destaca el rol de su madre y de Maribel Vila, de la Fundación Affinity, quien la está formando como Técnica en Terapias Asistidas con Animales ya que a Noa, en un futuro, le gustaría trabajar con adolescentes y ayudarles a superar sus problemas.
Por su parte, María Crivillé, de 18 años, también sufrió bullying, lo que la llevó a padecer un trastorno alimentario a partir de los 11 años. Para ella, «los animales son familia, son amigos y son casa. Para mí mis perros eran otro tipo de medicación durante todo el proceso. Cuando lloro se me sientan al lado y me dan la pata, y no se van hasta que digo basta. Creo que, si han sido una muy buena terapia para mí, lo pueden ser también para los demás», asegura. Actualmente, María también tiene el título de Técnico en Intervención con Animales y un grado medio en Atención a personas con discapacidad.
Beneficios de la interacción con perros y gatos
Los efectos positivos que puede tener el contacto con animales sobre la salud emocional de los adolescentes han sido comprobados científicamente. «La capacidad que tienen los animales de compañía de ayudar y proporcionar apoyo incondicional cobra especial importancia cuando, por distintos motivos, la red de contactos de la persona se ve reducida o comprometida, algo que es habitual en esta era digital dominada por las pantallas», afirma Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona. Y añade: «Para estos jóvenes, el contacto con los animales no solo les aporta apoyo instantáneo, por el hecho de que es alguien que no les juzga y que siempre está disponible, si no que promueve la interacción con otras personas, lo que hace que su red social se enriquezca».
Los perros y los gatos suponen, pues, para los adolescentes una figura de apego segura que influye positivamente sobre los sentimientos de ansiedad y depresión y sobre la percepción de soledad, lo que los fortalece a la hora de enfrentarse a situaciones que para ellos pueden resultar difíciles. «Además, en un momento en el que a veces parece que estemos más centrados en nosotros que en los demás, el hecho de convivir con un animal, que exige sus cuidados y que tiene sus necesidades, pone de manifiesto la capacidad humana para ayudar y recibir ayuda de los demás, lo que hace que los adolescentes se sientan útiles, fortalezcan su autoestima y autoaceptación, tengan más ganas de relacionarse con otras personas y, en consecuencia, mejore su salud emocional», declara Jaume Fatjó.
Los estudios llevados a cabo hasta la fecha indican que los efectos de la convivencia con animales dependen, no obstante, de las particularidades de cada adolescente y del entorno en el que vive. «Así pues, aunque la interacción con perros y gatos tiene unos beneficios muy claros, no debemos considerarla como una solución única para los problemas de salud emocional y mental de los jóvenes», matiza Jaume Fatjó.
Apoyo social
La Fundación Affinity quiere centrar su actividad en la difusión de la figura de los animales de compañía como una fuente de apoyo social para las personas. El concepto «apoyo social» incluye el conjunto de interacciones, relaciones y recursos que una persona recibe de su entorno social, incluida su familia, amigos, compañeros de trabajo, y de la comunidad en general. Este apoyo puede ser emocional, instrumental o meramente informativo, y tiene como objetivo ayudarle en momentos de necesidad, estrés o dificultad. El apoyo social puede articularse de diversas formas, desde ofrecer consejos, proporcionar ayuda práctica, mostrar empatía y comprensión, o simplemente escuchar y estar presente en los momentos complicados.
Una buena fuente de apoyo social es aquella que está siempre disponible, resulta cercana desde un punto de vista emocional y ofrece la posibilidad de contacto físico. Los animales de compañía satisfacen casi a la perfección estas demandas y, por ello, son tan valorados por la gente como integrantes de su familia y de su entorno social. Pero no solo completan esta red de apoyo social sino que la impulsan y actúan como catalizadores sociales para que la persona cree y refuerce las relaciones sociales con otras personas.
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