El truco para servir leche de un tetrabrik sin salpicaduras (y por qué siempre lo has hecho mal)

Por tonto que parezca, un salpicón de leche nos puede arruinar un outfit cualquier mañana. Cada vez se envasa más en tetrabriks por la concienciación medioambiental contra el plástico de un solo uso y, a pesar de que cuenten con muchos beneficios, la fluidez para servir líquidos desde su aparición no es precisamente una característica muy común. Basta con estar un poco despistado o hacerlo sin cuidado para que se derramen gotas al exterior de la taza.

Para resolver la absurda traba que supone servir leche desde uno de estos envases, la usuaria de Tik Tok @martstips, conocida por compartir trucos para facilitar la vida cotidiana en los ámbitos de hogar, estilo de vida y belleza, publica un vídeo en el que muestra cómo hacerlo para no salpicar.

En el vídeo explica que, cuando la abertura del cartón está más próxima al vaso, la presión que se genera por encima hará a la leche salir a borbotones pudiendo provocar que se salga. En cambio, al darle la vuelta y alejar el agujero de salida del recipiente en el que se sirve, está presión se aliviará por debajo permitiendo que salga de forma más controlada.

Este fenómeno lo explica también el doctor de física del Instituto Tecnológico de California, Caltech, Alejandro Jenkins. Cuenta que el objetivo del movimiento por el que se vierte debe ser no cubrir por completo la abertura con el líquido. Siempre que haya aire por encima de la leche, la presión que rodee al brik de leche aplicará, permitiendo al líquido salir con suavidad por acción de la gravedad. Esto supondrá un efecto similar al de servir leche desde una jarra abierta.

Pero si el envase está casi lleno e intentas verter desde abajo, la leche cubrirá completamente la abertura. Al salir un poco de leche, la presión del aire atrapado en el interior del cartón caerá por debajo de la presión atmosférica en el exterior, porque el aire tendrá que expandirse para llenar el volumen dejado por la leche. La diferencia de presión resultante tendería a empujar la leche hacia el interior, costando así más llevarla controladamente hasta el vaso.

La única forma que habría de que el aire de dentro no se expandiera generando la expulsión del líquido a borbotones sería apretando el cartón, pero esta práctica puede ser difícil de controlar y acabaría derivando en el mismo efecto: gotas de leche por todos lados y la taza medio vacía.