
Vista de la entrada de la fábrica del grupo Buitoni, con los logos de Nestlé y Buitoni, en Caudry, al norte de Francia
El Gobierno francés «al más alto nivel» habría encubierto el escándalo del agua de Nestlé, según un informe
El Senado francés ha hecho pública una investigación que revela cómo el Gobierno galo encubrió un escándalo relacionado con el tratamiento del agua mineral que comercializa el grupo suizo
El Senado francés ha hecho pública una investigación que revela cómo el Gobierno galo, desde sus más altas esferas, encubrió un escándalo relacionado con el tratamiento del agua mineral que comercializa el grupo suizo Nestlé, incluidas marcas tan reconocidas como Perrier. Así lo detalla un informe presentado este lunes por la cámara alta, tras seis meses de indagaciones.
El documento denuncia no solo la opacidad de Nestlé Waters, sino también la del propio Estado francés, al que acusa de haber actuado con una preocupante falta de transparencia, tanto ante las autoridades locales y comunitarias como ante los ciudadanos. Según los senadores, existió una «estrategia deliberada» para ocultar la práctica irregular, que fue abordada ya en una «primera reunión interministerial» celebrada el 14 de octubre de 2021.
Nestlé se hizo con la marca Perrier a comienzos de los años noventa. Sin embargo, no fue hasta finales de 2020 cuando la nueva dirección de la compañía suiza reconoció haber descubierto tratamientos no permitidos en los manantiales de varias de sus marcas de agua mineral, concretamente Perrier, Hépar y Contrex. Se trataba de métodos como la desinfección mediante rayos ultravioleta y el uso de carbón activado, ambos vetados por la normativa de la Unión Europea para las aguas minerales naturales.
Tras detectar estas irregularidades, Nestlé se dirigió a las autoridades francesas para solicitar colaboración y presentó un plan de acción durante la primera mitad de 2021. La compañía también trasladó la situación al Palacio del Elíseo. Dieciocho meses después, el Estado dio su visto bueno a una transformación de las instalaciones que implicaba sustituir los tratamientos prohibidos por uno basado en microfiltración fina.
No obstante, el propio informe del Senado advierte de que este método de microfiltración, al retener partículas por debajo de los 0,8 micrones, podría alterar las propiedades del agua mineral, infringiendo así la normativa comunitaria que exige preservar intactas sus características naturales. Pese a esta advertencia, las autoridades no tomaron medidas legales tras revelarse la situación en 2021. El texto es contundente al respecto: «A pesar del fraude al consumidor que representa la desinfección del agua», el Estado se abstuvo de emprender acciones judiciales.
El informe también señala directamente a la presidencia de Emmanuel Macron. La comisión asegura que el Ejecutivo era plenamente consciente de la situación al menos desde el año 2022. En ese contexto, Alexis Kohler, entonces secretario general del Elíseo, habría mantenido encuentros con directivos de la multinacional.
Finalmente, en 2024, Nestlé Waters reconoció públicamente haber empleado filtros y métodos de tratamiento no autorizados en sus productos de agua mineral. La empresa suiza acordó entonces pagar una multa de dos millones de euros (2,2 millones de dólares) como parte de un procedimiento de transacción que evitó un proceso judicial formal.