Surtidor gasolina
El Gobierno iguala los combustibles fósiles al tabaco y prohibirá su publicidad
El borrador estipula la prohibición de cualquier tipo de anuncio que promueva productos energéticos elaborados exclusivamente con derivados fósiles, siempre que dicha promoción sea realizada por empresas del sector del petróleo o del carbón
El Ministerio de Consumo trabaja en un anteproyecto de Ley de Consumo Sostenible que contempla, entre otras medidas, la prohibición de la publicidad de los combustibles fósiles, en una equiparación simbólica con las restricciones impuestas al tabaco. El objetivo es combatir el denominado ecopostureo o «greenwashing», es decir, las prácticas publicitarias que presentan productos o servicios como respetuosos con el medioambiente sin fundamento riguroso.
El texto preliminar de esta norma, cuyo contenido adelantó El País, establece como finalidad principal la transposición de las Directivas comunitarias sobre Empoderamiento del Consumidor y Derecho a Reparar. Además, pretende profundizar en un modelo de consumo más sostenible mediante diversas disposiciones.
Entre las principales novedades, el borrador estipula la prohibición de cualquier tipo de anuncio que promueva productos energéticos elaborados exclusivamente con derivados fósiles, siempre que dicha promoción sea realizada por empresas del sector del petróleo o del carbón. Esta limitación no afecta, no obstante, al gas natural.
Además, el texto veta el uso de afirmaciones generales como «respetuoso con el medio ambiente», «amigo del medio ambiente», «verde», «bueno para la naturaleza» o «inocuo en términos de carbono» si no están avaladas por datos verificables. Según el borrador, estas expresiones genéricas tienden a inducir a error al consumidor respecto al impacto real de los productos sobre el entorno.
El proyecto también establece criterios más estrictos para las etiquetas de sostenibilidad. A partir de la entrada en vigor de la norma, este tipo de distintivos deberán estar respaldados por sistemas de certificación concretos y transparentes, a fin de garantizar su fiabilidad.
Otra disposición significativa es la que prohíbe presentar como ventaja comercial aquellas características impuestas por ley y comunes a todos los productos de una misma categoría. Es decir, ningún comerciante podrá destacar requisitos legales generales como si fueran cualidades singulares de su oferta.
Gasolinera
La normativa impedirá asimismo la utilización de declaraciones medioambientales que se basen exclusivamente en programas de compensación de emisiones de gases de efecto invernadero. Las empresas no podrán asegurar que un producto posee un impacto neutro, reducido o mejorado para el medioambiente si tal afirmación depende únicamente de estas estrategias compensatorias.
Del mismo modo, el borrador establece que quedará prohibido realizar afirmaciones ecológicas globales sobre un producto o una empresa cuando dichas declaraciones se basen en elementos parciales. Esto significa que no podrá presentarse a todo un producto como sostenible si solo lo es uno de sus componentes, ni podrá una compañía atribuirse una política ambiental beneficiosa por una única actividad cuando el conjunto de su actuación no lo respalde.
Esta propuesta legal surge en un contexto en el que crece la presión de distintos sectores sociales y medioambientales para que las autoridades adopten medidas similares a las que ya se han implantado en Europa con respecto a la publicidad del tabaco. La creciente preocupación por el calentamiento global y el papel de los combustibles fósiles como principales responsables del mismo ha generado una demanda social de mayor regulación y control en la forma en que estos productos se promueven ante el consumidor.
Con esta iniciativa, el Ministerio de Consumo aspira a reforzar los derechos de los consumidores en materia de información veraz y a avanzar hacia un modelo económico más coherente con los desafíos medioambientales. La norma aún se encuentra en fase de elaboración y deberá seguir su tramitación antes de su aprobación definitiva.