​Un médico explica la verdad del Estatuto Marco de Mónica García: «Nos empuja a irnos a la privada»

Con gritos de «traidora», consultas vacías y pacientes sin atender, los médicos han denunciado –una vez más– que no pueden más. Tras varios meses de peticiones, Mónica García parece estar más centrada en cargar contra la Comunidad de Madrid que solucionar la precariedad laboral de sus propios compañeros: los doctores. Por ello, desde este 9 de diciembre, hasta el 12 del mismo mes, secundarán una huelga con la cual pretenden mostrar su descontento y las injusticias que se han producido con el borrador del Estatuto Marco.

El malestar es generalizado porque el borrador del Estatuto Marco no ha pensado en absoluto en los doctores. Así lo expresa el RA de Pediatría, Josete Torres, en su cuenta de Instagram @elmedicodeguardia, donde ha publicado un mensaje para visibilizar las condiciones laborales del colectivo en plena semana de huelga médica.

En la publicación, que ha tenido un gran impacto, Torres explica que una de las principales reivindicaciones es la reducción de la jornada a 35 horas, al igual que el resto de sanitarios. Y es que, según afirma, la realidad de los doctores es muy diferente, puesto que trabajan «entre 50 y 70 horas semanales». A esto se suma la situación retributiva, especialmente en los primeros años de formación. Según revela, un MIR1 cobra alrededor de 8,5 euros la hora netos de media en España, y una guardia en día laborable ronda los 10 euros la hora netos. Las diferencias entre comunidades autónomas pueden llegar al 20 %, lo que, denuncia, es otra razón por la que se pide «una unificación real».

La lucha no solo se limita a lo salarial. Todos los facultativos, asevera el MIR 1, trabajan por mejorar la precariedad y sobrecarga que repercute en la vida de los pacientes y, sobre todo, en su salud mental. Según expone, son uno de los colectivos con «mayor riesgo de desgaste profesional». Un metaanálisis reciente cifra en un 24 % la prevalencia del síndrome de burnout entre los médicos españoles, afectando a su bienestar y a la calidad asistencial.

Torres insiste en que la reivindicación de mejoras no solo es por el dinero que reciben a fin de mes, sino «por la cantidad de horas» que trabajan y cómo afecta a su calidad de vida. La huelga en curso busca que se conozca la situación actual a la que están sometidos todos los facultativos, puesto que sigue siendo «bastante invisible», puesto que el Ministerio lo «evita reconocer».

Una de las peticiones clave, anota Torres, es la creación de un Estatuto Médico propio que contemple las particularidades de la profesión, como son «la carga formativa, los riesgos, la responsabilidad asistencial y los horarios específicos». Al igual que el resto de sanitarios, que hacen 35 horas, el pediatra reclama unas guardias «voluntarias» y que se puedan «cotizar». Además, recuerda que aunque esas guardias –seis o siete al mes– son «útiles para formarse», no pueden ser obligatorios, puesto que no cuentan para la jubilación, pero sí para el IRPF.

Por último, el residente alerta de que el incremento de plazas de Medicina y MIR no servirá de nada si no se acompañan de contratos dignos: «De poco sirve aumentar la oferta si luego se plantean contratos precarios o se empuja a los profesionales a irse a la privada o al extranjero».

Esta protesta se suma así a la huelga indefinida que los sindicatos médicos SATSE-FSES, FSS-CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde anunciaron para el próximo 27 de enero.