Los osos pardos estaban casi extintos en los Pirineos hasta que el programa introdujo nuevos animales en la región desde Eslovenia en 1996
Repoblación oso pardo
Se contabilizan 70 osos pardos en los Pirineos: la cifra más alta en un siglo
La mitad de las criaturas se encuentran residiendo en las comarcas del Pirineo Catalán del Valle de Arán, Pallars Sobirà y Alta Ribagorza
La población de osos pardos ha aumentado. En 2021 se identificaron 70 nuevos individuos gracias a un nuevo plan para reintroducirlos en la sociedad y que no se extinguieran.
La población ha aumentado en 18 osos desde el pasado 2018, cuando se contabilizaron 52, según las cifras del grupo fronterizo que monitorea esta especie en Francia y España. La mitad de las criaturas se encuentran residiendo en las comarcas del Pirineo Catalán del Valle de Arán, Pallars Sobirà y Alta Ribagorza, las cuales se encuentran distribuidas por aproximadamente 6.500 metros cuadrados.
El estudio contabilizó 34 hembras y 32 machos y otros cuatro cuyo género no se determinó. El programa se inició en 1996 y desde entonces se han registrado 114 cachorros, 15 de ellos nacidos en el transcurso del año pasado.
El oso pardo estaba casi extinto en los Pirineos, pero hace 26 años se introdujeron tres pardos procedentes de Eslovenia. El último ejemplar estonio fue abatido en 2004, pero en 2006 se introdujeron dos hembras del mismo país.
Hasta 2016, todos los cachorros nacidos desde 1997 se asociaban a Pyros, un oso macho esloveno. Otro macho, apodado Goiat (el muchacho), introducido desde Eslovenia en 2016, fue acusado en el 2021 de matar ganado en la región. Un carnero, cuatro cabras y una oveja murieron en ataques separados el pasado otoño en el Valle de Arán.
Tras esto, los granjeros franceses pedían su muerte, y, además, se opusieron al plan de repoblación desde el principio, a pesar de que la dieta de los osos pardos es principalmente vegetariana y rara vez matan para comer. Ahora se sabe que está en Cataluña, pero no dan con u paradero. Lo único que saben es que tuvo al menos un hijo.
Hubo una protesta similar el año pasado cuando el Gobierno de España prohibió la caza de lobos en las regiones de Castilla y León y Galicia, donde están más pobladas. Los granjeros de la región explicaron que los lobos matan a cientos de sus cabezas de ganado cada año.
Para que el plan de acabar con estas especias no se llavase a cabo, surgió LoupO, un proyecto de Francia, Andorra y España respaldado por la Unión Europea y que se estableció en 2020 para coordinar el seguimiento de las poblaciones de oso pardo y lobo en los Pirineos.
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