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20 de abril de 2024

Los autores sugieren alternativas como regalos reciclados, alimentos vegetales, paseos por la naturaleza, novelas inspiradoras o incluso un insecto palo a modo de castigo

Los autores sugieren alternativas como regalos reciclados, alimentos vegetales, paseos por la naturaleza o incluso un insecto paloFlickr

Navidad

Nuevo delirio ecologista: piden que se deje de regalar carbón a los niños porque «daña el medioambiente»

Una revista científica publica un artículo de opinión que reclama acabar con esa tradición navideña, de la que también se objeta que «perjudica la salud mental de los niños»

Dejar de regalar carbón por ser «perjudicial para el medioambiente» y sustituirlo en su lugar por regalos reciclados, alimentos vegetales, paseos por la naturaleza, novelas inspiradoras o incluso un insecto palo.
Esta es la fórmula –en forma de artículo de opinión– que proponen una médica y sus dos hijas estudiantes en la revista científica The BMJ para desterrar una tradición centenaria en las culturas occidentales bajo el pretexto de la crisis climática y, de paso, el de la salud mental de los ‘niños malos’ que lo reciben como castigo.
Para la pediatra británica Tamsin Holland y sus hijas Lilac y Marigold, autoras del texto, la costumbre es «anticuada y potencialmente perjudicial», por lo que «sería bueno, por el amor de Dios, que el carbón se dejara bajo tierra». No solo, argumentan, porque la «calidad del aire» con restos de este combustible podría afectar a la salud de los menores, sino porque además el hecho de recibir dicho regalo afecta a su bienestar «mental».
Es por ello que, en un contexto de pandemia, guerra y aumento del coste de vida que ha exacerbado la ansiedad de los menores, Holland y sus hijas sugieren que fomentar las amistades y las conexiones entre generaciones «podría combatir» la angustia mejor que un trozo de carbón.
Al mismo tiempo, las autoras abogan incluso por recompensar el «mal comportamiento», citando a Greta Thunberg, la activista que inspiró a millones de niños a hacer huelgas escolares por el clima. «El carbón es un combustible fósil y, por tanto, darlo a los niños significa que los adultos están siendo los traviesos. Tenemos que ser amables con el mundo», concluyen las autoras.
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