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La minería submarina afecta a los hábitats del fondo marino

La minería submarina afecta a los hábitats del fondo marinoEFE

Portugal prohibirá la explotación minera de sus fondos marinos hasta 2050

El país vecino, que posee el archipiélago de las Azores en pleno Atlántico Norte, podría contar con importantes reservas de minerales en su zona económica exclusiva

El Parlamento de Portugal aprobó el viernes una moratoria que prohíbe la explotación minera de los fondos marinos en sus aguas territoriales hasta 2050, una decisión sin precedentes en Europa.

En la sesión parlamentaria, se aprobaron en primera lectura varios textos legislativos que servirán como base para una ley definitiva, la cual deberá someterse a una votación final en una fecha posterior.

De concretarse esta normativa, Portugal se convertiría en el primer país europeo en establecer legalmente una prohibición de la minería submarina hasta que existan datos científicos más concluyentes sobre su impacto ambiental. «Es un paso histórico», afirmó Catarina Abril, activista de la organización ecologista portuguesa Sciaena, en declaraciones a la agencia Afp.

A nivel global, alrededor de treinta países han expresado su respaldo a la instauración de una moratoria sobre la minería de los fondos marinos en aguas internacionales, argumentando la falta de estudios sobre los posibles efectos de esta actividad en ecosistemas aún poco explorados. Sin embargo, según Abril, hasta ahora solo Palaos y Fiyi, en el océano Pacífico, han implementado una prohibición similar dentro de sus propias aguas territoriales.

Portugal, que posee el archipiélago de las Azores en pleno Atlántico Norte, podría contar con importantes reservas de minerales en su zona económica exclusiva. Los fondos marinos, situados a profundidades de entre 4.000 y 6.000 metros, son cada vez más codiciados debido a la presencia de metales como manganeso, cobalto y níquel, esenciales para la producción de baterías de vehículos eléctricos y otros dispositivos tecnológicos.

La decisión del Parlamento portugués refleja una creciente preocupación por los impactos medioambientales de la minería submarina, que podría alterar de manera irreversible hábitats frágiles y afectar a especies desconocidas. Con esta medida, el país ibérico se alinea con la postura de científicos y organizaciones internacionales que advierten sobre la necesidad de evaluar con mayor rigor los efectos de esta actividad antes de permitir su desarrollo.

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