
El embalse de Santa Teresa, en la provincia de Salamanca
Las borrascas llenan los embalses y aumentan un 4 % en una semana
Las recientes precipitaciones han tenido un impacto significativo en la Península, contribuyendo a la recuperación parcial de las reservas
La reserva hídrica en España se encuentra al 58,3 % de su capacidad total, con los embalses almacenando actualmente 32.691 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, según los datos proporcionados por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco). En la última semana, el nivel ha aumentado en 2.255 hm³, lo que representa un incremento del 4 % de la capacidad total de los embalses.
Por regiones, la situación es variada. En el norte, las cuencas presentan los niveles más altos: el Cantábrico Oriental está al 86,3 %, el Cantábrico Occidental al 80,4 %, Miño-Sil al 75,1 % y Galicia Costa al 92,3 %. Destaca que las cuencas internas del País Vasco han alcanzado el 100 % de su capacidad. En el centro, la cuenca del Duero se encuentra al 72,5 %, mientras que el Tajo está al 64,6 %. En el suroeste, el Guadiana alcanza el 46,6 %, y la cuenca de Tinto, Odiel y Piedras se sitúa en un 92,1 %.
Las zonas con menor nivel de agua embalsada se localizan en el sur y el este del país. La cuenca del Guadalete-Barbate apenas alcanza el 29,4 %, el Guadalquivir está al 39,4 % y la Cuenca Mediterránea Andaluza al 29 %. Especialmente preocupante es la situación del Segura, con solo un 20,6 % de su capacidad, lo que lo convierte en el sistema más afectado por la escasez de agua. El Júcar se mantiene en un 51,3 %, mientras que el Ebro, una de las cuencas más importantes, alcanza el 78,2 %. En Cataluña, las cuencas internas están al 32,1 %, lo que sigue generando preocupación, especialmente en áreas metropolitanas como Barcelona.
Las recientes precipitaciones han tenido un impacto significativo en la Península, contribuyendo a la recuperación parcial de las reservas. La mayor cantidad de lluvia se registró en Vigo, con 76,4 mm (76,4 l/m²). Sin embargo, a pesar de estas lluvias, algunas cuencas siguen en niveles críticos, lo que mantiene la alerta en varias regiones, especialmente en el sureste y en Andalucía.
España enfrenta una gestión del agua cada vez más desafiante debido a la variabilidad climática y el aumento de las sequías prolongadas. La dependencia de las precipitaciones para la recarga de embalses resalta la necesidad de estrategias de gestión sostenible del agua, incluyendo la modernización de infraestructuras, el impulso de la desalación y una mayor eficiencia en el uso de los recursos hídricos.