El aire contaminado de la captal de la India
Respirar en Nueva Delhi equivale a fumar 17 cigarrillos: activan el máximo nivel anticontaminación
Los datos del Consejo Central de Control de la Contaminación reflejan que el Índice de Calidad del Aire superó el domingo los 450 puntos en varias estaciones de medición
Las autoridades de la India reforzaron durante el fin de semana las restricciones contra la contaminación en Nueva Delhi y su área metropolitana después de que la calidad del aire alcanzara sus peores registros en lo que va del invierno. En numerosos puntos de la capital, los niveles se situaron en la categoría de «graves».
Ante esta situación, la Comisión para la Gestión de la Calidad del Aire activó la noche del sábado la fase IV del Plan de Respuesta Gradual contra la Contaminación (GRAP), el nivel más severo previsto en este mecanismo, según confirmó el Ministerio de Medio Ambiente.
Los datos del Consejo Central de Control de la Contaminación reflejan que el Índice de Calidad del Aire (AQI) superó el domingo los 450 puntos en varias estaciones de medición, empeorando los valores del día anterior, que ya rondaban los 430.
De acuerdo con la plataforma india de seguimiento AQI, la carga contaminante del aire en Nueva Delhi equivale a inhalar el humo de unos 17 cigarrillos al día.
La activación de esta fase implica la prohibición de acceso a la ciudad de camiones diésel antiguos, la paralización total de las obras de construcción y demolición –incluidas las de carácter público– y la limitación del uso de generadores diésel que no sean imprescindibles.
El plan también contempla ampliar el teletrabajo y mantener la actividad escolar bajo un modelo híbrido, mientras que los servicios esenciales y el transporte público quedan excluidos de las restricciones.
Las autoridades sanitarias recomendaron a la población reducir al máximo las salidas al exterior, especialmente en el caso de menores, personas mayores y pacientes con patologías respiratorias o cardiovasculares, y aconsejaron el uso de mascarillas cuando sea necesario salir.
Con más de 30 millones de habitantes, Nueva Delhi afronta cada invierno episodios recurrentes de contaminación extrema. Las bajas temperaturas y la falta de ventilación atmosférica favorecen la acumulación de emisiones procedentes del tráfico, la construcción, las industrias cercanas y la quema de rastrojos en regiones colindantes, situando a la ciudad entre las más contaminadas del planeta.
Según la Comisión para la Gestión de la Calidad del Aire, el deterioro reciente se ha visto intensificado por la elevada humedad y un cambio en los patrones del viento, factores que impiden la dispersión de los contaminantes y contribuyen a la formación de una espesa capa de esmog.