Pedro Sánchez durante la presentación de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial
La polémica del ADIA Lab
Así se gestó la maniobra de Sánchez con la sede de la Agencia de IA para someterse a Abu Dabi
Politizar la Ciencia no le ha salido bien al Gobierno y ahora se destapa la trama que incluye un acuerdo millonario que no ha servido para acallar críticas
Pedro Sánchez ha conseguido enfadar a dos ciudades. Lo hace, aunque su aparato de propaganda anuncie con campanillas que La Coruña y Granada van a ser agasajadas con inversiones millonarias.
Todo empezó en plena pandemia. En julio de 2020, la Moncloa anunciaba en su web que se constituía un Consejo Asesor de Inteligencia Artificial compuesto por «expertos españoles de reconocido prestigio internacional, entre los que hay representantes del ámbito científico, económico y educativo».
Estos elegidos tenían la labor de poner en marcha la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, además de «proporcionar asesoramiento y recomendaciones independientes sobre las medidas a adoptar para garantizar un uso seguro y ético de la Inteligencia Artificial».
Carme Artigas
Era el regalo para Carme Artigas, desconocida, aunque bien preparada, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, a la que ponían al cuidado de Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Una vez activada esta Agencia era el turno de elegir una sede con toda la maquinaria económica y política que hay detrás de estas designaciones. También hay que incluir en la ecuación que el Gobierno de Sánchez siempre ha sido partidario de descentralizar las instituciones públicas todo lo posible y sacarlas de Madrid.
Sánchez siempre ha sido partidario de descentralizar las instituciones públicas y sacarlas de Madrid
En noviembre de 2022 se hicieron públicos los nombres de las 14 ciudades aspirantes a albergar la sede de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (AESIA). La Coruña, Alicante, Barcelona, Gijón, Granada, Guadalajara, Jerez de la Frontera, Leganés, Orense, Palma de Mallorca, Salamanca, Tenerife, Segovia y Zaragoza.
Requisitos
Los requisitos eran tener un espacio de 400 metros cuadrados, amplia red de transporte público, un ecosistema universitario y empresarial, así como que en la ciudad haya empresas del sector de las tecnologías de la información y de la comunicación.
El 4 de diciembre de 2022 se hacía público que La Coruña sería la sede de la AESIA en una rueda de prensa de Isabel Rodríguez, ministra portavoz del Gobierno. En ese momento, el alcalde de Granada, el socialista Francisco Cuenca, puso el grito en el cielo y en el consistorio granadino se escucharon gritos de «pucherazo», «mangazo» y «agravio», según cuenta la crónica de El Mundo.
Que La Coruña sea la ciudad de Nadia Calviño también fue una de las críticas a esta decisión tan controvertida, pero la pesadilla andaluza se hizo realidad cuando salieron a la luz los expedientes de la decisión que ha llegado a los tribunales.
«Mangazo»
Esos documentos publicados por el Ideal de Granada tienen una fecha 45 días posterior a la toma de la decisión de nombrar a La Coruña como sede y tienen números lagunas, faltas de baremación y se habla de los problemas de la conectividad de Granada, aunque tenga cerca el aeropuerto de Málaga, mientras se pone en valor la distancia de La Coruña con Vigo y Santiago.
Para contentar a Granada en vísperas de elecciones municipales, el Gobierno firmó un peligroso acuerdo con ADIA Lab, un centro pionero de desarrollo de la IA y la computación avanzada financiado por la Autoridad de Inversiones de Abu Dabi, para instalar su sede en la ciudad andaluza. Era el caramelo de Sánchez a Cuenca para callar sus críticas a cambio de una inversión millonaria de Abu Dabi en la zona.
Que La Coruña sea la ciudad de Nadia Calviño también fue una de las críticas a esta decisión tan controvertida
Pero la jugada no le ha podido salir peor al Gobierno porque han sido varios asesores los que han dimitido y han publicado una tribuna en El País explicando la gravedad que supone entregar un espacio en España a la Ciencia entendida como lo hacen en aquel país, es decir, dependiente del Gobierno, y con frases demoledoras para el progresismo que enarbola Sánchez como «que no reconoce la independencia de la ciencia, que pisotea los derechos humanos, en especial de mujeres, de las comunidades LGTBQI+ e inmigrantes, y cuya riqueza proviene principalmente del petróleo».
Rechazo a ADIA Lab
Los asesores incluso rechazan la idea aunque la inversión pudiera ser millonaria al tener ADIA Lab activos de unos 800.000 millones de dólares porque «El gobierno de Abu Dabi influye sobre las decisiones de personal y agenda de los centros de investigación, incluyendo ADIA Lab».
El Gobierno de Pedro Sánchez ha querido politizar la Ciencia y el acuerdo que firmó Carme Artigas con el doctor Horst Simon, director del centro emiratí en el Cuarto Real de Santo Domingo se ha convertido en un sometimiento más propio de gobernantes ignorantes.
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