La placa conmemorativa del acuerdo es de vidrio americano y oro de 24 kilates
Oro y vidrio, el regalo 'Made in USA' de Apple a Trump que esconde mucho más de lo que vemos
Tim Cook y Donald Trump han mantenido una relación estratégica y pragmática a lo largo de los años donde el último capítulo sucedió en el Despacho Oval con un curioso regalo
No tiene Tim Cook el perfil típico de un CEO poderoso de los que votan a los Republicanos. Tampoco Apple es la típica empresa que presuma del 'Made in USA' en sus productos. Sus iPhone se ensamblan en Asia con un 'Designed in California' grabado a fuego para que tengan ese toque de exclusividad tan propio de la manzana mordida.
La visita de esta semana de Cook al Despacho Oval ha sido un golpe de efecto muy necesario para Trump y su política arancelaria. El magnate lleva años pidiendo a Apple que fabrique sus productos en Estados Unidos, algo totalmente inviable por los costes que supondría y por la inversión estratégica de la compañía en países como China o India. Pero los últimos acontecimientos han provocado que Tim Cook y su equipo hayan dado un giro radical a las inversiones de la tecnológica en suelo norteamericano.
Tim Cook en el Despacho Oval con el exclusivo regalo que hizo a Trump
Esa visita a la Casa Blanca y una presentación muy propia de Apple sirvió para mostrar que va a invertir otros 100.000 millones de dólares para ampliar su producción en Estados Unidos, elevando así su inversión total en el país a 600.000 millones de dólares en los próximos cuatro años. El objetivo no era otro que evitar futuros aranceles y conseguir el favor de la Administración Trump para evitar que sus productos se encarezcan aún más.
El objetivo era evitar futuros aranceles y conseguir el favor de la Administración Trump
La puesta en escena fue una de esas que le gustan tanto a Trump. Con un Oval lleno de gente importante, un atril donde sacar músculo americano para decir que «Apple ha invertido en varios países, no diré cuáles, pero ahora regresan a casa» y un Tim Cook, firme, a la izquierda de Trump con una pesada carpeta bajo el brazo y dos trípodes detrás con el detalle de la inversión.
Tim Cook escucha a Donald Trump en el Despacho Oval antes de presentar el programa de inversión de Apple en Estados Unidos
El regalo de Cook a Trump fue una placa hecha de vidrio templado Corning con una base de oro de 24 quilates. En el vidrio estaba grabado el nombre del presidente de Estados Unidos, el del programa de inversión de Apple, el logo de la compañía, la firma de Tim Cook y un preciso 'Made in USA 2025' con el que Apple también celebraba esa vuelta a casa... al menos para el cristal de sus dispositivos que será fabricado gracias a la expansión de la fábrica de vidrio templado de Corning en Kentucky.
De los imanes al cristal
Al cristal se suman los imanes tan característicos de la empresa de Cupertino. Apple anunció en julio una inversión de 500 millones de dólares en alianza con MP Materials, en un ambicioso plan para poner en marcha una cadena de suministro de imanes de tierras raras fabricados en Estados Unidos. El acuerdo, que se extenderá por varios años, contempla la adquisición de estos componentes desde la planta de MP en Fort Worth, Texas, así como el desarrollo de tecnología de reciclaje en Mountain Pass, California.
Apple anunció en julio una inversión de 500 millones de dólares en alianza con MP Materials
Para Trump era importante que una tecnológica como Apple se sumase a la causa de invertir en Estados Unidos. Y desde Cupertino nunca se han posicionado contra los republicanos pese a que su ideología sea mucho abierta que la de este partido. Un ejemplo reciente es cómo los accionistas de Apple apoyaron en febrero las políticas de diversidad, igualdad e inclusión de la empresa (DEI). La junta se celebró de manera telemática y el 97 % rechazó una propuesta del National Center for Public Policy Research, un grupo activista conservador que pedía que «la empresa considere la abolición de su programa, políticas, departamento y objetivos de inclusión y diversidad».
La foto de familia contó con Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos y el vicepresidente JD Vance
Ni Trump ni Cook hablaron públicamente de esto en el Despacho Oval. No tocaba. Era el momento de mantener una relación estratégica y pragmática que beneficiara a ambas partes.
Los escasos 17 millones de euros que invierte Apple en grupos de presión según Center for Responsive Politics (CRP) son una cantidad muy inferior a la de Microsoft (22 millones), Facebook (29 millones), Amazon (33 millones) o Alphabet (43 millones). Y todo se debe a las relaciones de Cook con el asesor principal de Trump, Jared Kushner, y su esposa Ivanka Trump. Las crónicas de la prensa de Estados Unidos hablan de cenas, llamadas y hasta críticas por parte de Cook a Trump en un correo interno a los empleados (donantes del partido Demócrata en un 97 %, según CRP) de Apple cuando el país se retiró del Acuerdo sobre el Clima de París. Es más, esta visita al Oval no mereció ni una sola foto en el perfil de X de Cook.
Donald Trump y Tim Cook protagonizaron un acto histórico en el Despacho Oval
Vidrio y oro de 24 quilates para sellar un acuerdo que devuelve a Estados Unidos parte de Apple y que obliga a Trump a ponerse serio con Europa para frenar el sangrado económico en forma de sanciones. Fue una de las primeras peticiones de Cook a Trump antes de las elecciones y un dolor de cabeza permanente. Las futuras imposiciones pueden convertir a los iPhone en un juguete desmontable sin identidad de Apple. La UE ya obligó al cambio de puerto de carga y ahora la amenaza es que la batería se debe poder cambiar para reducir el gasto en recursos y cuidar el planeta.
Cook y Trump son la extraña pareja del mundo occidental que trata de mantenerse unido ante la amenaza que llega de Asia.
