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15 de mayo de 2024

Recreación de la Solar Orbiter

Recreación de la sonda Solar OrbiterESA

Ciencia

La sonda Solar Orbiter resuelve uno de los grandes misterios del Sol

Los latigazos magnéticos permanecían hasta ahora como uno de los grandes interrogantes de nuestra estrella

Los latigazos magnéticos son grandes y repentinas desviaciones del campo magnético del viento solar cuyos orígenes y mecanismos se mantenían como uno de los grandes interrogantes en torno a nuestra estrella. Ahora, por primera vez, la sonda Solar Orbiter, el aparato de la Agencia Espacial Europea (ESA) que viaja hacia el Sol, ha descifrado gran parte de su funcionamiento y ha resuelto también con ello uno de los misterios que intrigan a los científicos sobre el astro.
Los datos registrados aportan «pistas convincentes» sobre el origen de los latigazos y apuntan a cómo su mecanismo de formación podría ayudar a acelerar el viento solar, el flujo continuo de partículas energéticas que emite la corona solar. El fenómeno, señala un artículo publicado en The Astrophysical Journal Letters, puede tener su origen cerca de la fotosfera (capa externa del Sol). Y esto podría explicar por qué ese estrato tiene mucha menos temperatura que la corona (atmósfera), aunque aún es pronto para sacar conclusiones.
El fenómeno había sido detectado ya por las misiones Ulysses y Helios, pero con tecnología del siglo pasado y solo a través de datos in situ, recogidos del entorno de las naves, que aportaban una explicación meramente teórica.
A diferencia de sus predecesoras, Solar Orbiter está equipada con instrumentos in situ y con otros que observan directamente el Sol, lo que ha permitido observar, por primera vez, «en vivo», uno de estos latigazos, según Javier Rodríguez-Pacheco, investigador principal del Detector de Partículas Energéticas (EPD), uno de los instrumentos de Solar Orbiter, aunque no implicado en este estudio.
Estas misteriosas inversiones del campo magnético, según lo observado por aquellas primeras misiones, «eran siempre bruscas y temporales», desde unos segundos hasta varias horas, antes de volver a su dirección original, ha indicado la ESA en un comunicado. La detección indirecta de esos latigazos aumentó en 2018 con los datos proporcionados por la sonda Solar Parker de la NASA, todavía en servicio.
Las observaciones Solar Orbiter se realizaron el pasado marzo con el coronógrafo Metis, que toma imágenes de la atmósfera exterior de la estrella, y grabó una imagen que mostraba un pliegue distorsionado en forma de S en el plasma coronal, «sospechosamente parecido a un cambio de dirección», agrega la ESA.
Los datos «apoyan una de las teorías sobre estos latigazos o estructuras raras en el campo magnético, que asocia su origen a la fotosfera y cerca de las manchas solares o regiones activas del Sol», señaló Rodríguez-Pacheco. «Diría que esta primera imagen de un latigazo magnético en la corona solar ha revelado el misterio de su origen», apuntó por su parte Daniele Telloni, del Observatorio Astrofísico de Turín (Italia) y uno de los firmantes del estudio.
Los latigazos corresponderían a plasma de movimiento muy lento por encima de una región activa del Sol que aún debe liberar su energía almacenada. Solar Orbiter realizará el 13 de octubre su paso más cercano al Sol, a unos 42 millones de kilómetros, para lo que esta semana sobrevoló Venus, cuando fue alcanzada por una gran eyección de masa coronal.
La sonda no sufrió daños pues está preparada «para este tipo de condiciones tan duras», dijo Rodríguez-Pacheco, quien destacó la gran intensidad de la eyección, con una velocidad de unos 1.100 kilómetros por segundo, y que se produjo solo unos días después de otra aún más potente, unos 1.300. A la espera de recibir y analizar todos los datos, el científico señaló que la segunda eyección produjo más partículas de alta energía de lo esperado, lo que se podría deber a que recogió las ya generadas por la primera.

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